Ay, amor.
No sabes cómo me rompes con tus malestares.
Esa indignación que bulle en mí el no poder hacer nada.
Desearía tener manos blancas, puras y dedicadas.
No tengo algo que ofrecerte.
Seré solo una gota más del tintero.
Mis palabras para ti son estas.
Cuando necesites escribir, llámame.
Mi gota nunca se disipa.
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Espacios en Blanco
RandomPequeños escritos que un día se me ocurrieron, se los envié a alguien y no deseo perderlos.