Te digo que estoy harta de los constantes huecos de aires.
Equilibrados, tranquilos como antes.
Dos palabras cariñosas no llenan mi cabeza.
Ojos ardientes y cejas palpitantes.
No es olvido.
Tú mueres mientras yo rompo mi interior en busca de honestidad y solución.
Calla, enterrados los dedos en un ataúd vi por querer ver a quien se perdió en las quejas.
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Espacios en Blanco
RandomPequeños escritos que un día se me ocurrieron, se los envié a alguien y no deseo perderlos.