Capítulo 2. Explicaciones sin Sentido

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Todo es demasiado luminoso, apenas y logro distinguir lo que me rodea; mi visión es demasiado borrosa y eso no me ayuda en nada y más porque quería conocer a la persona que me había salvado. Me habían quitado mi ropa y la habían remplazado por una bata. Mi garganta está seca, tanto que arde, parece que no hubiera tomado agua en días. Un dolor de cabeza como si estuvieran taladrando parte de mi cráneo; sentí un leve mareo y después de eso volví a caer en un sueño profundo del cual no me hubiera gustado despertar.

Cuando recobré nuevamente el conocimiento había una enfermera  de espaldas como de unos veintitantos años, como si estuviera apuntando algo en su carpeta, antes de que volteara logre decirle -tengo sed, quisiera un poco de agua-. Mi voz sonaba muy temblorosa, ella sin voltear aún me sirvió agua de una jarra, en un pequeño vaso que se encontraba en un pequeño mueble a lado de mi cama, -tome joven Stilinsky-, tenía una sonrisa de amabilidad en su rostro, me dio el vaso y después de habérmelo bebido todo le di las gracias.

Pasaron más o menos tres minutos cuando ella me dijo en un tono muy serio -en un momento haré pasar a su padre ya que estaba muy preocupado por usted-, en ese momento recordé lo que había pasado y le dije muy alterado -¡¿Cuánto tiempo ha pasado desde que me trajeron aquí?!-. Ella asintió y me dijo -sólo 6 horas-. Y ¿Qué hora es? pregunté- mientras le entregaba el pequeño vaso. -Las tres y media de la mañana joven- me contestó y volvió a sonreír mientras dejaba el vaso en su lugar, -muchas gracias señorita-, ella sólo asintió y sin más dejó el lugar.

En mi cabeza sólo tenía algo y era saber quién me había rescatado, quería darle las gracias por haberme ayudado y haberme salvado de haber caído a ese horrible barranco. Sin él a estas alturas estuvieran velando mi cuerpo o empezado una campaña de búsqueda hasta dar con mi cadaver. Pero mi mente también me jugaba juegos muy sucios ya que esperaba con ansias verlo a él atravesar esa puerta, pero mi corazón me decía que él estaba en Nueva York y quien sabe si algún día regresaría a Beacon Hills. No se en qué momento el llegó a ocupar mis pensamientos y adentrarse en mi corazón, si fue la primera vez en el bosque esa noche que regresamos a buscar el inhalador de Scott o la vez que le salvé la vida; pero de algo si estaba seguro y era que estaba y estoy profundamente enamorado de él.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al querer pronunciar su nombre, pero mi mente lo gritaba constante y sonante > En el momento en que las lágrimas querían salir a flote entró mi papá muy asustado y diciéndome con la voz casi cortada -¡No me vuelvas a asustar de esa manera!- Y llegó directo a abrazarme y me besó en la frente. -Papá lo siento- y asentí, él se limitó a decirme algo y sólo frunció el ceño. -Y antes de que sigas quiero preguntarte algo-, el tomo aire y me dijo -adelante pregunta y yo te respondo- mientras exhalaba todo el aire contenido dentro de sus pulmones, como si se quitara un peso de encima y me miró fijamente, lo mire a los ojos y le pregunte -¿Sabes quién me trajo aquí? ¿Por qué realmente no recuerdo mucho?-, tomó aire nuevamente y me dijo -Fue Parrish-, abrí mis ojos como platos y casi le grité -¡Jordan Parrish!-. Si ese mismo- dijo mi padre sonriendo ante mi incredulidad mientras se ponía de pie para examinarme.

Se me quedaba viendo de pies a cabeza. No sabía cuánto tiempo había pasado desde el gran silencio que se formó en ese cuarto de hospital hasta que decidí hablar y decirle -papá en serio estoy bien, creeme, no tengo nada-. Mi padre me miró y dijo con la voz gruesa y muy autoritaria -es que Parrish me dijo que te había encontrado en mal estado; en un estado completamente zombie-, yo sólo asentí y le dije mirándolo a los ojos -papá en serio no fue mi intención asustarte así y menos que el oficial Parrish me encontrara de esa manera-, mi padre me interrumpió diciendo con un tono de preocupación y alarmante -¡Es que no me imagino en qué estado estabas! Porque sólo de ver la ropa que te quitaron de encima está hecha un asco, como si hubieras caído varias veces y hubieras seguido caminando, como si te hubieras arrastrado..- y de nuevo se hizo un gran silencio. No era para menos ya que si caí varias veces y me levanté por inercia fue por querer encontrarle fin a eso que me invadía, ese dolor que seguía ahí y que se aferraba a mi..

-Papá en serio no te preocupes-, él sólo voltió y me señaló el brazo izquierdo; no me había dado cuenta de que tenía una hilera de moretones sobre mi antebrazo, bajé la mirada y vi mis nudillos con raspones, voltié a ver mi mano derecha y vi un rasguño de unos 6 o 8 centímetros, y cuando señaló mi frente sólo toqué para comprobar que tenía una rajada de unos 2 centímetros, la cual dolía demasiado para ser muy pequeña.

Después de haberle contado a mi padre lo que había sucedido él sólo se limitó a decir -antes hablabas conmigo y ahora estás tan ausente, tan lejos de todo y de todos- su voz se quebró y sentí que se clavaban cinco mil agujas sobre mi pecho. Ante esa respuesta no sabía qué responder y dije lo primero que se me vino a la mente -creeme papá que no volverá a suceder, no volverás a tener este tipo de situaciones otra vez, ¡en serio te lo prometo!- asentí al mismo tiempo que sonreía y escurría una lágrima sobre mi mejilla. Logré ver que su cara de preocupación cambió y se serenó, eso me dejó totalmente satisfecho y me prometí no volver a darle ninguna molestia a mi padre; ya que él no tenía porqué cargar con un peso más sobre sus hombros, ya suficiente tuvo cuando mi madre murió y con la actitud que tomé, que no hablaba, no comía, no sonreía, y que prácticamente me había aislado del mundo..

Después de eso le exigí a mi papá que dejara pasar a Parrish para poder darle las gracias por haberme ayudado, porque sin él no se qué me hubiera pasado, él sólo me miró y me dijo -hijo, Parrish no pudo quedarse ya que se ofreció a cubrir mi turno en lo que terminaba la noche- mi padre soltó un suspiro y me miró -ya que quería que yo estuviera contigo cuando tu despertarás porque te podrías sentir desorientado- y su tono de aliviado pareció cambiar a un tono de preocupación, daba la impresión de que pensaba que no fuera a reponerme pero en ese momento sólo me quedé callado y le demostraría que saldría de nuevo adelante, dejando esa oscuridad atrás de nueva cuenta.

Después de de haberme dicho eso yo nuevamente sólo asentí, y puesto que ya había terminado nuestra conversación, en ese momento entró Melissa a preguntar cómo seguía y dijo feliz -ya te daremos de alta..

•☆.•*´¨'*••♥ Aviso ♥••*´¨'*•.☆• 

Gracias a los que están siguiendo la historia y nuevamente quiero agradecer a mi prima hermosa a la cual adora y esta en esta nueva aventura conmigo..

Te amo Ivetta.

@elias030692 Gracias por tu comentario y espero hacer de esta historia mas interesante.

@NestorSaavedra Gracias por tu comentario esperó te guste este capítulo.

@NaiElizabethOliverGr Gracias por tu comentario otro motivo mas para seguir con esta historia.

Realmente agradezco que se den la oportunidad de leer la, nos vemos el próximo viernes. Cualquier sugerencia haganmela saber, oigo y leo cualquier tipo de comentario. Su opinión para es muy importante :)

Fuiste la claridad en días tristes  [♡.。.:*๑ Sterek ๑*:.。.♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora