Capítulo 17. El nacimiento de un nuevo romance

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Las clases habían empezado y todo había vuelto a la normalidad, bueno casi todo. Solo por el simple hecho de que Scott seguía sin hablarme pero a estas alturas ya no me importaba nada. Los chicos seguían sorprendidos, ya que no comprendían en que momento de la vida de Derek yo me había solidificado como su mayor anhelo y su mayor amor. ¿Como era que alguien tan gruñón se había enamorado de alguien tan hiperactivo? Para esa pregunta no había respuesta era algo ilógico, encontrarle sentido al amor que Derek y yo habíamos anunciado a los cuatro vientos, que mas bien no anunciamos. Si no que fue un accidente.

Las clases habían terminado y había entrado alguien nuevo a la escuela Liam Dunbar, un chico realmente muy atractivo para su corta edad, tímido y cuya inocencia parecía de un niño pequeño. Cuando lo presentó el profesor Finstock en el entrenamiento de lacrosse, me pareció que Scott había levantado las orejas como un cachorrito, no le quitó la mirada de encima y se pego a él durante toda la práctica o al menos eso me pareció ver a mi. Pero lo mas extraño fue cuando lo olfateó de manera amistosa por así decirlo y más que nada hacerle platica, pero Liam casi no hablaba era muy tímido.

Derek seguía llevandome y pasando por mí a la escuela, los chicos solo nos miraban y sonreían. Pero la verdad, no confiaba del todo en ellos el daño que me hicieron fue demasiado, tuvo daños colaterales y mas que nada me envolvió en una soledad espantosa. Pero ya no eran momentos para recordar eran momentos para disfrutar y para apreciar lo que la vida me había traído. Un lobo tan dulce como la miel.
Derek pasaba las tardes conmigo y con mi padre cuando solía llegar temprano del trabajo, aveces no estaba el suficiente tiempo conmigo pero comprendía que igual tenia cosas que hacer al igual que yo. Peter y mi padre habían establecido una buena amistad, ya hasta le había entregado la foto; bueno las dos fotos que nos habían tomado y las dos reposaban sobre la chimenea de la casa. Y en el departamento de Derek y Peter sobre las pequeñas mesas que ponían en las esquinas de la estancia. No nos molestaban en lo absoluto y mucho menos nos avergonzaban, pero no podíamos creer que ellos lo hubieran tomado tan bien, con tanta ligereza que era difícil de creer.

Estaba en el estacionamiento esperando a Derek junto con Lydia e Isaac, platicando de los planes que teníamos en cuanto nos graduáramos, pero igual sabíamos que nos iríamos a la universidad a estudiar. Aunque en mi caso antes de irme, me casaría con Derek y seguiría estudiando aun después de ser el esposo de mi tierno lobo. Eso lo guardaba sólo para mi ya que no quería que todavía se enteraran quería guardarlo hasta el momento en que Derek lo hiciera formal ante nuestras familias.
En cuanto Derek se estacionó del otro lado de la acera me despedí de ellos y corrí hacia el auto negro que me esperaba. Subí al auto y en cuanto me senté en el asiento me acerque a su piloto y lo besé en los labios, con la intensidad que sólo el provocaba en mí; desatando eso que lograba apasiguarse dentro de mí, pero que recobraba vida y consiensia, provocando espasmos y pequeñas descargas eléctricas sobre mi cuerpo. Tomo mis mejillas con sus manos y las acarició de manera que me hacia ronronear.

-Hola ¿como te fue hoy?- preguntó con una sonrisa dibujada en sus labios.
-Bien. Solo que estuvo medio pesado ya que hubo entrenamiento.. entro alguien nuevo- contesté con pereza, casi arrastrando la lengua.
-Se oye en tu forma de hablar y de como te sentaste- su expresión liviana y su sonrisa me dejaban desarmado.
-Creo que el deporte no se hizo para mi. Me siento realmente agotado- Derek puso su mano sobre mi cabeza tomando mis cabellos y enredandolos en sus dedos, mientras manejaba. Llegaba a sorprenderme la forma en que lograba concentrarse en el camino y me ponía atención. El camino se me estaba haciendo eterno, el sueño y cansancio que tenia era realmente fastidioso y muy poco romántico.

-Los chicos quieren hacer otra reunión. Pero quieren que sea en tu casa- sus palabras sin ánimos parecían que mi pereza se le había contagiado.
-Si me mencionaron eso pero no les preste atención, y hablando de atención..- Derek clavo su mirada en mi ya que nos encontrábamos en un semafaro que se encontraba en rojo -..Scott se intereso mucho en un joven nuevo que acaba de entrar hoy a la escuela-, respiré hondo y fije mi mirada en Derek.
-Algo pudo haber olido en él, pero bueno ahora dime como te han tratado los chicos- tomo aire y avanzó.
-Bien Derek de la mejor manera posible. Jamás me lo imagine que las cosas siguieran mejor que nunca- asentí y sonreí.

Fuiste la claridad en días tristes  [♡.。.:*๑ Sterek ๑*:.。.♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora