—¡¿Que Derek está en la ciudad?!—, dijo Lydia casi gritando
—Si apenas llegó hoy a la ciudad—, contestó Malia
—¿Y qué está esperando para venir a saludarnos?—, dijo nuevamente Lydia en tono molesto.
—No se—, suspiró —pero espero que sea pronto —, añadió una sonrisa a su respuesta y Kira sólo miraba y asentía a cada respuesta, se limitaba a hablar.
—¿Y si vamos a verlo? —, añadió Lydia abriendo los ojos como plato y sonriendo.Mientras, Isaac y Scott sólo los observaban sin decir nada. Sólo se miraban entre ellos.No seguí escuchando su platica ya que no era de mi incumbencia así que me fui de ahí, no soportaba la indiferencia con la que me trataban mis "amigos". Me levanté tan rápido como pude, agarré mi charola de comida de la mesa y me dirigí a la barra donde ponían las charolas vacías.
Estaba sentado atrás de la mesa donde estaban Kira, Lydia y Malia, que estaba junto a la de Scott e Isaac. No se por qué hoy quise sentarme en el comedor, si desde que nos distanciamos y mis "amigos" me culparon de la muerte de Allison, decidí comer algo antes de venir a la escuela, y a la hora del almuerzo me la vivo en la biblioteca escolar. Leo uno que otro libro, termino tareas pendientes o a adelanto parte de mis exposiciones pero siempre trataba de distraer mi mente. Porque aquellos sueños me dejaban sin aliento aunque ya habían pasado varios días, un tanto confundido porque me parecían reales y una ola de preguntas bombardeaban mi cabeza, pero no quería bloquear mi mente y mucho menos después de lo que acababa de escuchar.
El estaba de regreso en el pueblo y buscaría indicios de que él estaba aquí, en Beacon Hills. Así que hoy me daría una vuelta por la mansión Hale y el departamento de Derek. De eso no había duda, iría a buscarlo para al menos observarlo desde lejos y saber que se encontraba bien. No quería que me viera, ni mucho menos que me oliera y se encontrara con los aromas de mi tristeza, ansiedad y sufrimiento. Quería que las horas pasaran rápido para ir a verlo. Las clases se hacían eternas, los maestros con sus clases se ensañaban con mis ganas de salir corriendo de aquí.
En cuánto tocaron el timbre salí corriendo esquivando a mis "amigos" como todos los días pero esta vez mucho mas rápido ya que me comían las ansias de volver a verlo. Me dirigí al estacionamiento donde estaba mi Jeep, saqué las llaves de mi mochila y abrí la puerta, me subí y arranqué el coche rumbo a la mansión Hale. Tenía tanto tiempo que no iba ahí, por miedo a sentir dolor y sobre todo porque quería olvidarme de él y alejarme de todo lo que me lo recordara. Pero era imposible ya que se manifestaba en sueños, alucinaciones y pensamientos. No podía olvidarlo, no cuando lo quería y deseaba intensamente, tanto que sofocaba y provocaba una serie de latidos desencadenados en cuanto lo recordaba o cuando hacía acto de presencia en mis pensamientos. En cuanto me adentré en el bosque los nervios empezaron a salir a flote, pero debía mantenerme tranquilo para que no pudiera oler mi esencia. Estaba a unos metros de la gran mansión y justo en ese momento mi corazón empezó a latir tan rápido que parecía una taquicardia.
Dejé mi auto estacionado a unos metros de la mansión y esperé a ver si había algún movimiento o indicio de que él estaba en el pueblo, pero no vi nada. Me oculté entre los árboles ya que mi físico me ayudaba a pasar desapercibido detrás de alguno de ellos, pero se me olvidaba que ellos tenían un olfato desarrollado y unos súper oídos que sabrían de mi presencia en cualquier momento; pero no le tomé importancia, sólo quería verlo. Me acerqué un poco más a la mansión, la examiné de lejos, decidí acercarme un poco más y no vi nada, ni siquiera el Camaro negro que le pertenecía, así que decidí irme. Ahora iba al departamento de Derek a buscar indicios de su llegada.
Salí de ahí lo mas rápido que pude porque no quería que me viera él, ni nadie, quería pasar desapercibido. Creo que eso último ya se me estaba haciendo costumbre, el querer pasar desapercibido.
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Fuiste la claridad en días tristes [♡.。.:*๑ Sterek ๑*:.。.♡]
Ngẫu nhiênPrologó Stiles no sabía en que momento de su vida llegaría a alejarse de su mejor amigo Scott, de la manada e incluso de su padre, tampoco sabia en que momento había llegado a caer en una profunda soledad; que le regresaría los fantasmas del pasado...