Fuiste la claridad en días tristes [♡.｡.:*๑ Sterek ๑*:.｡.♡]

Capítulo 4. Sueños o alucinaciones

Ya era tarde y papá no había llegado, me percaté de que no me había llamado en todo el día y ya me comenzaba a preocupar. No me acordaba dónde estaba mi celular, no lo veía desde la noche del "accidente". Decidí ir a buscarlo a mi cuarto, revisando cada rincón, pero no había señal de el. Que yo recuerde en el trayecto de mi "paseo por el bosque" no lo dejé tirado, entonces bajé las escaleras lo más rápido que pude y salí al porche haber si ahí lo había dejado, arriba de mi Jeep. En cuanto empezé a caminar fuera de casa sentí una mirada encima de mí; volteé a ver si había alguien vigilandome, como si fuera un jodido paranoico, pero no vi nada. Revisando mi Jeep encontré basura debajo de los asientos, en la parte trasera y no decir en mi tablero; por fin encontré mi celular, estaba en el porta vasos, totalmente descargado y abandonado. Justo en ese momento volví a sentir esa mirada encima de mí. Salí de mi auto, miré hacia adentro del bosque y logré distinguir una silueta, pero cuando quise fijarme bien en ella, mi papá tocó mi hombro a la vez que decía con su voz autoritaria de padre -¿qué haces afuera a estas horas de la noche?- yo salté y sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, seguido de una pequeña descarga eléctrica, solté un grito de pánico. Traté de buscar de nueva cuenta la sombra pero no la vi, a lo mejor sólo fue producto de mi imaginación o deseando que fuera >>Derek, que ya había regresado al pueblo. Después de pensar eso le dije -¡Viejo!- ¡casi me matas de un susto!- dándole como respuesta un golpe en su hombro derecho.

Una vez que entramos a casa, empezó una serie de preguntas hacia él -¿Por qué no me hablaste hoy en todo el día? ¿Sabías que ya existen los teléfonos? ¿Dónde estuviste todo el día?- puse cara de alguacil malo pero no me salió nada bien. Mi padre estaba mirándome con cara de sorpresa y ternura, como diciendo "mi hijo se preocupa por mí como yo me preocupo por él". Mi papá, caminó hacia la cocina diciéndome -lo siento Stiles, es que me fui a ayudar al sheriff del otro pueblo ya que hubo un accidente en la carretera y fue desastroso- mientras azotaba la puerta del refrigerador y sostenía un envase de jugo en su mano izquierda para luego irse hacia el lavabo y tomar un vaso limpio y después sentarse en una silla de nuestro pequeño comedor. Me dijo de nueva cuenta -¡Stiles! ¿Qué estabas haciendo afuera a estas horas de la noche?- pero esta vez su voz se escuchaba preocupada y un tanto cortante. Respondí mirándole a los ojos -estaba buscando mi celular, ya que no lo encontraba- dije mientras le enseñaba mi celular. Su cara mostró alivio soltando una gran cantidad de aire retenido -está bien, ¿y ya cenaste? Porque yo ya lo hice- y se carcajeó, asentí al mismo tiempo que respondía -si papá, cené con Jordán. Bueno, más bien fue comida pero me siento lleno.

Entré a mi habitación, puse a cargar el celular, en lo que cargaba bien la batería, decidí irme a dar una ducha ya que quería descansar y nada mejor que un buen baño para relajar los músculos.

Después de mi ducha, me vestí y fui a checar mi celular, lo encendí y en lo que cargaba los datos me quede viendo hacia el bosque. En mi mente apareció su nombre >>Derek y con ello su imagen, su presencia, el olor de su perfume, lo sentí como si estuviera a mi lado, realmente quería verlo, ver a ese lobo amargado y escuchar sus amenazas; porque a pesar del tiempo, de la distancia y de las circunstancias lo extrañaba, realmente lo extrañaba. Mis lágrimas empezaron a correr a través de mis mejillas y con ellas las cosas que jamás pasarían como declararle mi amor a Derek, que Scott recapacitara, que mis amigos volvieran a hablar conmigo como en los viejos tiempos y que las tristezas se fueran de mi vida. Esa noche las lágrimas me arrullaron, esa noche no supe en qué momento caí sobre la cama y me quedé dormido pensando en >>Derek, en lo mucho que lo extrañaba y en saber que lo tenía en mi corazón pero no en mis brazos.

No se en qué momento empeze a soñar, perdí toda conciencia de mí. Sólo recuerdo entre sueños que sentí un par de dedos que secaban mis lágrimas, que esos mismos dedos pasaban por mi rostro, sentí caricias que eran repartidas entre mi cabeza y mi cara, y una voz aterciopelada me decía >>Pase lo que pase, se solucionará así me quedé y así lo sentí por un rato, hasta que decidí abrir mis ojos. Y lo vi parado en una esquina de mi habitación, sus ojos verdes como esmeraldas observándome, el viento que entraba por mi ventana atraía el olor de su fragancia, me embriagaba, me transmitía paz. Estaba ahí parado como lo recordaba con su chamarra de cuero, su camiza azul en cuello V, su pantalón de mezclilla, su cabello un poco peinado y su barba un tanto crecida. Cuando cobré la conciencia abrí totalmente mis ojos me levante muy rápido para poder prender la luz. Me di vuelta hacia aun lado de mi buró encendí la luz, miré otra vez hacia la esquina donde estaba y ya había desaparecido. Sólo quedaba el olor de su fragancia y mi ventana abierta. Traté de buscarlo en el bosque pero ya no había nada que me dijera que el estuvo aquí. Fue un sueño, pero uno muy real y hermoso..