En inicio del final
Me paré en el enorme recibidor de la casa, mis ojos captando cada detalle: el escritorio de registro creado para el equipo que revisaría que los asistentes estuvieran en la lista de invitados. Llegó el día de la fiesta de inauguración de la Ken House y muchos amigos y la prensa serían los invitados de honor. Nuestras fotos, los reconocimientos, placas de cada plataforma, el reconocimiento de Spotify a los gemelos bajo un reflector que la hacía lucir como pieza de museo, las luces de colores en cada habitación de la casa. Y la vista a la bahía mientras el sol emitía su último rayo de luz sobre la ciudad, haciendo todo centellar y brillar.
Había nerviosismo en los últimos minutos de actividad, con meseros apresurándose de un lado a otro, torres de champaña comenzando a fluir, y los primeros invitados comenzando a llegar. Eché una última mirada alrededor, comprobando que todo estuviera bien, y traté de cambiar mi cerebro de Planear Esto a Disfrutar Esto. Era tiempo levantar un poco mis nuevos Jordan y bailar con ellos sobre el piso de mármol.
Este proyecto entero fue abrumador, estresante, incluso un inductor de canas y arrugas, pero también fue el más gratificante, fructífero, y el mejor ejemplo de lo que yo podía hacer. Y lo hice por mí misma. Eso dice algo.
Y lo que decía ahora era que tenía que conseguir una copa de champán, brindar por tu maldito yo, y —santa mierda, ¡ El director de nuestra agencia se hallaba aquí! ¡Llegó temprano!
Alisé mi vestido, tomé una respiración profunda, y me apresuré a bajar las escaleras para saludarlo.
—Señor Camden, buenas noches.
—Buenas noches, Jimena. ¿Estás lista para exhibir su nuevo hogar? —preguntó, sacudiendo mi mano—. Creo que he llegado temprano, caminaré por el lugar antes de que todo se vuelva demasiado agitado.
—Maravillosa idea, señor. ¿Le gustaría algo de compañía?
—No, gracias. Tú quédate a recibir a tus invitados. Y por favor, pon a esos chicos a trabajar.
—Por supuesto —dije, mientras lo veía caminar pasando el área de recepción y bajar por uno de los corredores. Siempre era un poco difícil, dar vueltas en un espacio una vez se encontraba lleno. Pero este trabajo estaba terminado. ¿Qué podría ser lo siguiente?
—Jime —escuché detrás de mí, y giré para ver a Beca, acompañada por Javi.
La saludé con un beso en cada mejilla. —Voy a vomitar. Eso es normal, ¿cierto?
—Perfectamente. Me preocuparía por ti si no te sintieras así. Recuérdame decirte acerca de la primera vez que organicé una fiesta de lanzamiento como esta. Solo diré que nunca utilizaré una fuente de fondee de chocolate de nuevo.
Ahogué una risa y me giré hacia Javi. —Hola, Javi —dije ruborizándome mientras se inclinaba por sus besos en la mejilla. Él era solo una vista tan fantástica.
—Jimena, luces adorable como siempre.
—Oye, nena, ¿por qué te encuentras tan rosa?
Me giré y admiré a Emilio. Jeans negros—Como si para él hubiera otra opción—, playera azul, bien afeitado, maravillosos mandíbula y pómulos. Y una sonrisa de superioridad —no olvides la sonrisa de superioridad. Él sabía que tuve un enamoramiento de colegiala por Javi.
—Oh, cállate. —Lo silencié, dejando que sus fuertes brazos me atraparan fuertemente contra él. Besé su nariz y sus ojos bailaron.
—Entonces, ¿quieren un tour privado?
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Siempre fuiste tú
FanfictionFanfic con un plot twist inesperado. Team Ken juntos en la Ken House en España. Estaré publicando los domingos de cada semana