10 AÑOS DESPUÉS
Así que aquí estábamos, 10 años después con un montón de sueños cumplidos, viajes, premios, discos vendidos, nuevos proyectos, algunos fracasos y muchos éxitos. El Team se mantuvo fuerte en redes sociales durante mucho tiempo, siempre reinventándonos para no parecer un montón de treintones inmaduros; el contenido se fue ajustando a las circunstancias y 10 años después, seguíamos gobernando las redes sociales—Ejem, modestia aparte—.
Algo que también implica el paso del tiempo, son las decisiones que se empiezan a tomar y Javi y Beca tomaron una de las más importantes: ¡HAY BODA, MIS GUATES!
Ahora estos éramos nosotros, la familia fuerte de siempre, con algunas actitudes de adultos.
—Esto es malo. Es muy malo.
—Está bien, podemos... wow, realmente cayó por todos lados, ¿no?—dije.
—Esto es malo, es muy malo—Repitió Sandra.
—Sólo tráeme algunas toallas de papel, puedo intentar lavar esto...No mames, qué asco.
—Esto es malo. Es muy malo.
Golpeé los pies en el suelo en señal de protesta—¿Puedes dejar de repetir eso? Tenemos que arreglar este desmadre antes de que... mierda.
Beca acababa de llegar.
—¿Qué mierda está pasando con mi vestido de novia?
La forma más rápida de ser degradada de Dama de Honor a un invitado deshonrado es vomitar en el vestido de la novia. Pero si alguna vez vomitas en un vestido de novia, asegúrate de que ella sea la mezcla perfecta de obsesiva, híper planificadora y de un caprichoso cuento de hadas.
Beca tenía una personalidad tipo A con un lado Disney. Lo que significaba que no podía decidirse por un vestido de novia, así que tenía dos. Hechos a la medida. Uno para la ceremonia, otro para la recepción. Así que cuando uno fue manchado por hojuelas de maíz semi-digeridas, y me refiero a manchado realmente, entró en modo de prevención de crisis e inmediatamente se declaró una genio por tener la visión de comprar dos vestidos. El vestido de la recepción, se convirtió en el vestido de la fiesta principal, y todo se volvió pacífico en la tierra de tul y encaje.
Hasta que nos dimos cuenta que también había hojuelas de maíz semi-digeridas en sus zapatos de novia Jimmy Choo. Y tal vez una hojuela o dos dentro también...
Al final, fue el vientre de Sandra que la salvó de ser desterrada de la iglesia. Retuve a Beca, Pero apenas. Ella era fuerte para sólo tener 54 kilos encima.
—¡Arruinaste mis Choos!
—¡No quise hacerlo! sabes que no puedo evitarlo. Ahora soy más como una fuente, simplemente sale volando. Hace calor, vomito. Hace frío, vomito. Huelo perfume, que por cierto huele muy bien, gran elección, vomito. Deberías ver cuántas playeras de Iván he arruinado. Es repugnante—Agarró su vientre redondeado—. Pero estoy embarazada. No recriminarás el milagro de la vida contra mí, ¿verdad?
—Ay, nena— murmuré, rodando los ojos. Sandra era la mujer embarazada más impresionante jamás creada. Todos coincidíamos con esto. Su piel resplandecía, su cabello era lujoso, sus ojos brillaban y sus tetas eran aún más fantásticas. Maravillosa. Excepto por cinco o seis veces al día cuando su piel se ponía verde, su frente se manchaba de sudor y vomitaba todo el contenido de su estómago en todas partes si no podía llegar a un baño a tiempo. O un bote de basura. O una planta en una maceta. O la coladera afuera de su apartamento; estuve presente para ese último. Pero en unos instantes, volvería a su perfecto y brillante ejemplo de prematernidad, completo con manos delicadas y colocadas con suavidad sobre su bulto de bebé. La mano izquierda sobre la derecha, no era un accidente. Aprovechaba cada oportunidad para mostrar su nuevo anillo de compromiso. Corre el rumor de que Iván necesitó una grúa para levantarlo y ponerlo en su dedo...
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Siempre fuiste tú
FanfictionFanfic con un plot twist inesperado. Team Ken juntos en la Ken House en España. Estaré publicando los domingos de cada semana