Los lobos encontraron su piedra lunar, pero no a su alfa.
Addison sigue buscando a donde pertenece. Solo sabe que, de algún u otro modo, tiene que ver con los lobos.
Tal vez... la luna le de las respuestas que busca. Aunque no será tan simple.
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El baile resultó ser muy agotador. Divertido, pero agotador.
En cuanto los humanos y zombies abandonaron la guarida, todos nos fuimos a dormir. Ya al día siguiente limpiaríamos lo que habíamos ensuciado.
En medio de la madrugada, sentí como mi collar se activaba. Así que me desperté.
En definitiva, mi collar estaba activado. También había un resplandor, proveniente de la piedra lunar. Era mucho más fuerte que el que tenía normalmente. Así que fui a ver que sucedía. Al llegar ahí, me di cuenta de que no fui al único al que ese brillo despertó.
- Tu collar también está activado. -dijo mi hermana, mientras me miraba.
- Yo no hice nada. Estaba durmiendo y sentí su energía.
- ¿Crees que esto sea porque trajimos a los zombies y humanos aquí?
- No. Los amigos de Addison vinieron, cuando creímos que ella era la gran Alpha; y esto no pasó.
En cuestión de segundos, el brillo de la piedra lunar aumentó tanto, que me obligó a cerrar los ojos.
Quiero creer que era una alucinación mía, pero, a pesar de tener los ojos cerrados, podía ver... algo blanco, no tan cegador como lo que sucedía en la realidad. En medio de aquella tenue luz blanca, unos ojos celestes aparecieron, acompañados por unos cabellos blancos, que se mezclaban con la luz. Una ráfaga de viento me hizo volver a la realidad de golpe. ¿Cuándo terminé en el suelo?
- ¿Estás bien? -abrí los ojos con dificultad, al oír la voz de Willa.
La luz cegadora había desaparecido. Al igual que el brillo extraño de la piedra lunar, y la activación involuntaria de nuestros collares.
- Sí... ¿Qué pasó?
- No lo sé. Cerré los ojos por la luz, y cuando pude ver, estabas desmayado. Unos segundos después despertaste. ¿Sucedió algo?
- Nada. Imaginaciones mías, supongo. -dije, intentando olvidar los ojos celestes y los cabellos blancos.
¿Será una chica? ¿Será la gran alpha? ¿Por qué yo tuve esa "visión" y Willa no? ¿Era mi imaginación? ¿De quién serán esos ojos celestes?
Jamás vi unos ojos tan... claros y luminosos.
- ¿Wyatt? ¿Seguro que estás bien? -mi hermana volvió a sacarme de mis pensamientos.
- Sí, sí... Solo es el cansancio. Mejor ya me voy. Descansa, Willa. -me levanté y volví a mi habitación.
No podía dejar de pensar en esos ojos. ¿Quién rayos era?
Me quedé dormido pensando en lo que había "visto".
Al día siguiente, me sentía raro. Y aunque lo ocultara, Willa estaba igual.
Luego de limpiar todo lo que habíamos hecho por el baile, salí al bosque a caminar. Teníamos todo ese día para descansar. Al día siguiente, había escuela. Y sentía que no iba a poder descansar.
