Los lobos encontraron su piedra lunar, pero no a su alfa.
Addison sigue buscando a donde pertenece. Solo sabe que, de algún u otro modo, tiene que ver con los lobos.
Tal vez... la luna le de las respuestas que busca. Aunque no será tan simple.
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Al día siguiente, al amanecer, ya todos estábamos recargados de energía. Los demás ya estaban bien, y Luke estaba más "calmado".
El camino a Seabrook fue... difícil.
Había rastros de energía espacial, de energía lunar, y de... una energía extraña. Esas energías podían significar debilidad para nosotros, así que teníamos que buscar caminos alternativos. Llegamos al lugar, casi al anochecer.
- Esperen aquí, iré a investigar el lugar. -nos dijo Levi, antes de irse.
Los demás, nos vimos obligados a quedarnos en una cueva, que estaba cerca al bosque de Seabrook.
- Tienes que poder. Controlas la energía. -le insistí a Leo, por milésima vez.
- Es que esta no es una energía normal. Solo puedo distinguir energía lunar y lo que parece ser... ¿Soda de lima?
Llevábamos algunas horas, intentando descubrir que era esa energía misteriosa, pero Leo no estaba colaborando.
- ¿Por qué soda de lima? -preguntó Luke.
- No lo sé. Solo siento su olor en la energía.
- Seguramente es lo que nos debilitó. -concluyó Layla.
- La soda, no lo creo; pero tal vez la energía lunar. Recuerden que somos energía natural lunar. Nuestro origen es nuestra debilidad.
- Muy profundo. -susurró Luke.
- Cómo todo lo que dice Leo. -le expliqué.
- Si en Sibrok...
- Seabrook. -corrigió Leo.
- Eso. -aceptó Layla.- Si en Seabrook hay energía lunar. ¿Cómo buscaríamos lo que sea que vamos a buscar?
- Manteniendo nuestra distancia. Tendremos que evitar las energías que emanan de ese lugar.
- ¡Agh! -unas gotas de agua empezaron a mojarnos. Luke perdió el control de sus emociones, otra vez.- Tenemos poderes. ¿Por qué tenemos que estar escondiéndonos?
- Luke. -dijo Layla, intentando no alterarse.
- Somos importantes... -siguió quejándose.
- ¿Quieres salir? -le susurré a Leo.
- Por supuesto.
Sin que los otros dos se dieron cuenta, nos salimos de la cueva.
- Detrás de la pared. -lo empujé, y a los segundos, una gran cantidad de fuego salió de la cueva. Se mantuvo así por unos segundos, y luego se extinguió.
- Esperemos que Luke haya tenido tiempo de protegerse. -ambos volvimos y, por suerte estaba bien.
- Lo siento. Ya te lo dije. Lo siento. -se disculpaba el más pequeño con miedo.
