White Wolf - Zombies 2 - Wyatt y tú - (I)

Epílogo

Desperté asustado, y de golpe. Por alguna razón, sentía un dolor en mi pecho que se disipó rápidamente. ¿Qué había sido eso? ¿Una pesadilla? Pero... ¿Por qué no recordaba de qué?

- ¿Todo bien? -me preguntó mi hermana, mientras me veía confundida.

- Sí. Eso creo. ¿Pasa algo? -dije mientras frotaba mi pecho extrañado.

- No. Solo venía a avisarte que Lena está esperándote. ¿No crees que es muy temprano para pedirle que viniera al bosque? Aún no ha amanecido.

- Yo... supongo. -¿Había llamado a Lena?

- ¿Qué esperas? Ve con ella. Mientras más tardes, más tardará ella en volver a casa.

- Ah, sí. Ya voy.

- Apresúrate. No es seguro que vuelva a casa sola, menos a esta hora.

Me levanté rápidamente, y fui a darle el encuentro. No podía dejar de pensar en esa... pesadilla. Ni siquiera podía calificarla como tal. Solo sabía que desperté asustado, pero no recordaba por qué. Pero algo me decía que se sintió muy... real.

Todas mis preocupaciones se quedaron a un lado, cuando vi el cabello castaño de Lena.

- Oye. -llamé su atención, por lo que se giró a verme.

- Ey, hola. ¿Qué pasó? Me llamaste muy preocupado. -dijo mientras se acercaba a mi.

- Yo... -¿Para qué se suponía que la había llamado?

- ¿Wyatt?

- Me creerías si... ¿te dijera que no recuerdo el por qué?

- ¿Qué? -me dijo confundida.

- Lo siento. No quise hacerte salir de casa de madrugada, pero... no recuerdo porque te dije que vinieras.

- Bueno. No importa. Ya vine hasta aquí, para nada, así que...

- ¿Te sirve que te diga que solo quería verte? -dije con nerviosismo, mientras tocaba mi nuca.- En verdad, lo siento.

- Está bien. Supongo que eso me basta. -me sonrió con dulzura.

Me... gustaba verla así. Y todo el tiempo. Era muy adorable. Especialmente... conmigo.

- Genial. -dije muy nervioso.

Nos quedamos en silencio, solo mirándonos.

- Bueno, yo... tengo que volver a casa.

- Ah, sí. Te acompaño.

Wyatt estaba un poco más extraño de lo habitual, pero no lo podía juzgar.
Yo me sentía igual. Era como... si no pudiera recordar algo importante.

Seguramente era alguna tarea. Ya luego le pediría ayuda a Bree.

Dejé ir eso, para centrarme en mi nerviosismo por estar con Wyatt. Sabía que me atraía hasta cierto punto, pero no me animaba a decirle.

Todo quedó en pausa, cuando Wyatt puso su brazo frente a mi.
Lo miré confundida, pero él miraba a algún punto del bosque.

- ¿Qué pasa?

- No lo sé. Hay que salir del bosque rápido.

Tomó mi mano y me llevó rápidamente hasta la frontera con Ciudad Zombie.

- ¿Qué fue eso? -pregunté cuando nos detuvimos en la entrada que unía a Seabrook y Ciudad Zombie.

- Yo... no lo sé. -dijo mientras bajaba la mirada.

- Wyatt, sabes que puedes confiar en mi. ¿Qué pasó?

Él mantuvo su cabeza abajo, pero me miró mientras sonreía.

¿Cómo le decía que no me mirara así?
No podía solo decirle: "no me mires así, porque haces que se me acelere el corazón".

- En verdad, no lo sé. Solo sentí que tenía que protegerte y... por eso te saqué del bosque tan rápido. Pero no sé por qué o de quién.

Al instante en que dije eso, pude ver como sus mejillas se tornaba levemente rosadas. Incluso así se veía hermosa.

- Yo... bueno. Gracias, por cuidarme y eso. Creo que... me tengo que ir. Aún no amanece, y mis padres no saben que salí. Y tú debes volver al bosque.

- Sí, claro. Eh... nos vemos más tarde.

- Claro. -ella me sonrió con nerviosismo, antes de girarse.

Pero la detuve.
No sabía por qué, pero sentía que debía decirle todo lo que sentía.

- Espera. Yo... -las acciones dicen más que las palabras, ¿no?

Tomé su mano y la atraje a mi, hasta abrazarla.
Ambos nos miramos por unos segundos, antes de dejar caer mis labios sobre los suyos.