Los lobos encontraron su piedra lunar, pero no a su alfa.
Addison sigue buscando a donde pertenece. Solo sabe que, de algún u otro modo, tiene que ver con los lobos.
Tal vez... la luna le de las respuestas que busca. Aunque no será tan simple.
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No le dije a nadie sobre mis "sobrecargas". Suponía que eran porque, muy en el fondo, sabía que estábamos haciendo algo malo. Y tomaba esto como un advertencia de los seres astrales.
- Deberíamos...
- No, Luke. Centrate en controlar eso. -se quejó Levi.
- Solo digo que deberíamos...
- Concentrate. -le dijo Layla.
- Pero...
- Luke, con el agua. -le dijo Leo.
- Yo solo...
- Luke... has lo que te dijo Levi, y luego te escuchamos. -dije.
- Bien. -Luke elevó el agua, hasta formar una columna, y luego la dejó caer sin ningún cuidado. Por suerte, nadie se mojó.- Deberíamos ser más claros con los lobos. Merecen saber un poco de nosotros. Nos están ayudando.
- Porque esto también les importa. No lo hacen por nosotros, lo hacen por su amiga. -le dijo Leo.
- Además. Habla más de lo que deberías y... adiós a todo.- explicó Layla con brevedad.
- Los seres astrales no deben saberlo.
- No le puedes mentir a las estrellas, Luke.
- Pero, al menos darles respuestas a sus preguntas. ¡Vamos!
- No, Luke. No se puede. -dijo Levi.- Y ya hay que irnos. Los lobos deben estar esperándonos.
Luke siguió insistiendo en contarles un poco más de nosotros. Creo que, antes de enviarlo a la tierra, no le explicaron la regla.
Cuando llegamos con los lobos, Luke ya se había cansado de insistir.
- ¿Cómo ayer? -preguntó Addison.
- No. Iremos juntos. Todos.
Empezamos a caminar. Íbamos juntos, pero había mucha distancia entre todos. Había ocasiones en que, incluso, nos perdíamos de vista.
- ¿Ya no pierdes el control? -ni siquiera hace falta decir quien era.
- No suelo perder el control. Y, no. Hoy no quiero hacer volar a nadie.
- ¿Les dijiste a tus amigos?
- No. Prefiero que nos centremos en esto. Supongo que.será por... estar en contacto con ustedes.
- ¿Nunca estuviste cerca de los lobos? -Addison, la chica de cabello blanco se acercó a nosotros, y eso captó la atención de Luke.
- No podemos estar cerca de los humanos... o lobos... o zombies. Especialmente de los lobos. -dijo Luke.
- ¿Por qué? -volvió a preguntar.
- Según nuestra leyenda, no podemos tocarlos. Son... energía de la luna -le expliqué a Addison.
