Los lobos encontraron su piedra lunar, pero no a su alfa.
Addison sigue buscando a donde pertenece. Solo sabe que, de algún u otro modo, tiene que ver con los lobos.
Tal vez... la luna le de las respuestas que busca. Aunque no será tan simple.
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Eh... ¿Qué se supone que Wyatt estaba haciendo?
Eso de tenerlo tan cerca era extraño, pero... me gustaba.
- ¿Qué estás haciendo? -le pregunté en cuanto nuestras narices se tocaron.
Al instante, el brillo que estuvo todo este tiempo en sus ojos, desapareció.
Se alejó lentamente, mientras bajaba la mirada.
- Nada. Olvídalo. Hay que... ir con los demás.
¿Qué estaba pasando? Él quiso caminar para alcanzar a los demás, pero lo detuve.
- ¿Qué pasa?
- Nada. Tenemos que ir con los demás.
- Pero, Wyatt...
- Van a sospechar si no vamos con ellos.
- De hecho todos están haciendo lo mismo. -dije para que se detuviera.
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- Mantendremos vigilada a Addison, pero le daremos un poco de espacio. Estate atenta. -me explicó Leo mientras se acercaba a mi, para susurrarme algo más. - No dejes que sepan que no tienes tus habilidades.
- ¿Por qué?
- Solo por seguridad. Además, parece que somos nosotros los que evitamos que el "llamado" llegue a Addison. Así que nos iremos más lejos. Tú quédate vigilando a los lobos, pero escondida.
- Ok.
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