Los lobos encontraron su piedra lunar, pero no a su alfa.
Addison sigue buscando a donde pertenece. Solo sabe que, de algún u otro modo, tiene que ver con los lobos.
Tal vez... la luna le de las respuestas que busca. Aunque no será tan simple.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Eran reales. Eso... era imposible. Los ojos, la voz. Era una de ellos. Por eso siempre que tenía esa clase de visiones, era de noche... y la luz que me ponía en trance, era de la luna, o algo relacionado.
Pero... ¿Por qué solo yo era advertido de su llegada? ¿Por qué solo veía a uno de ellos? ¿Por qué solo a ella?
- ¿Lobos blancos? ¿Qué es eso? -nos preguntó el zombie.
Bueno, me preguntó a mi. Willa solo miraba a los lobos blancos completamente estática.
- Te lo explicamos luego, zombie. Pero tienen razón. Addison no puede ser un lobo blanco. Nos hubieramos dado cuenta.
- Pero...
- ¿Chicos? -todos giramos en dirección a esa voz.
- ¡Addison! ¿Por qué saliste corriendo así? Te estuvimos buscando. -el zombie se acercó a nuestra mujer lobo honoraria.
- No lo sé. Fue... algo extraño. Sentí como algo me llamaba y, cuando me di cuenta, estaba lejos de ustedes. -su vista abandonó al zombie, y se fijó en los lobos blancos. Específicamente, en la dueña de los ojos celestes, con los que creí haber estado alucinando.- ¿Tú? Pero... tú cabello era café. ¿Cómo...?
- Imposible. -susurró la otra loba blanca, mientras miraba a Addison.- Leo.
- La siento. Siento su energía. Levi.
- No. Debe haber algún error. La... su trozo de piedra lunar. Si fuera uno de nosotros, no podría usarla. No es una de nosotros.
- En verdad están aquí. -susurró Willa, empezando a reaccionar otra vez.
- Eh. Sí, lo estamos. Yo los moje; Layla los iba a rostizar; y Lena lo evitó. ¿Podrías dejar de mirarnos así? Me estás asustando.
- Que ninguna gota se mueva. Ya has causado muchos problemas. -le dijo el que parecía ser su líder.
- Levi. -susurró la loba blanca, con la que estuve "soñando".- Tenemos que irnos. Está por anochecer.
- No. ¡Esperen! -dijo Addi, mientras se acercaba a ellos. Tomó del brazo al lobo blanco líder.
Al instante, su brazo empezó a brillar en blanco, mientras él iba cayendo al suelo.
- ¡Sueltalo! -gritó la primera loba blanca que vimos.
Addison lo soltó asustada.
- ¿Estás bien? -preguntó el lobo blanco más joven, mientras todos rodeaban a su compañero.
- No tiene sentido. ¿Cómo...? ¿Por qué tiene un trozo de piedra lunar? Esa energía era solo para los lobos. ¿Qué hicieron? -preguntó, mientras se incorporaba con ayuda de sus amigos.
- Esto... Willa. -dije intentando hacerla reaccionar por completo.
