The Orange and Blue// 🌺Fargexby🌺//FINALIZADA

💙Capítulo 14🧡

Capítulo 4/ Segunda Temporada 🍃

Alex se sentó frente a su compañero.
—¿Qué tienes? —Fargan alzó su mirada.
—N-nada —el menor miró sus manos.
—¿Cómo que nada?

Alex cerró los ojos con fuerza, no podía ver al mayor. Pronto sus cabeza se inundaba de recuerdos del sueño de la noche anterior.

—En verdad, no tengo nada. —Fargan alzó una ceja. Se levantó de su lugar y se acercó al menor hasta estar frente a él.

Giró su silla. Alex seguía sin verle hasta que Fargan lo tomó del mentón, obligándolo a qué lo viera. Las mejillas de este estaban algo enrojecidas e intentaba no ver al mayor. Fargan hizo una mueca.

—¿Por qué no quieres verme? —Alex entre abrió sus labios, no podía decirle sobre su sueño.— ¿Te hice algo?
—No —se apresuró a decir.
—Mmm... Eso no suena muy convincente.

Alex apretó fuerte sus ojos y habló
—Soñé algo raro.
—¿Algo raro?
—Sí —Alex suspiró
—¿Fue algo bueno? —Alex enrojeció un poco más
—¿A qué te refieres con algo bueno?
—Sí, ya sabes. Algo feliz, ¿Eras feliz en tu sueño?
—P-pues —Alex dudó un poco— S-sí.

Fargan cerró sus ojos y soltó al menor, se sentó de nuevo y lo miró.
—Mi madre decía que los sueños que eran buenos no tenías que contarlos. Según recuerdo, no se hacían realidad.

Alex miró sus manos y después miró a Fargan, quien le sonreía muy feliz.
—Sí era un buen seño, no me lo cuentes. Es más yo te ayudaré para que se haga realidad.

Alex despertó por la alarma de su teléfono. ¿A qué se debía ese recuerdo hecho sueño? Talló sus ojos y se estiró, miró el techo unos segundos. El pensar en Fargan sólo era porque tenían algo pendiente que aclarar y, si todo salía bien, puede que vuelvan a ser amigos o, incluso, algo más.

A decir verdad, Alex estaba algo nervioso, ¿Y si Fargan le decía que retomó su relación con Jesús? Parecía patético. Antes de su beso, su novia era Dulce y no dejaba de molestar con el hecho de que quería recuperarla, aunque de un tiempo hacía acá lo que hacía era quejarse de ella en lugar de buscar arreglarlo. Fargan, no podía haber retomado su relación con Jesús, o al menos no sonaba muy lógico.

[...]

Alex llegó al trabajo, no muy energético. Agradecía que estaban a un robo de atrapar a esa pandilla oportunista. Caminó hasta el elevador deseándole los buenos días a todo aquel que se atravesara. Subió y puso el número del piso al que iba y cerró sus ojos. ¿Qué día era aquel? Y ¿Cuánto faltaba para el viernes? Suspiró, en realidad no sabía exactamente, tal vez ya era viernes y no lo sabía, o era sábado, el día de su descanso; incluso, podía ser jueves.

Una vez que el elevador se detuvo, las puertas se abrieron, dejando ver la oficina repleta de gente. En comisaría había 14 pares de detectives, de los cuales cada día de la semana descansaban dos. Así que, de 28 personas que había en total, sólo había 24 por día. En asuntos del estado, se encontraban todos. Eso era sólo muy de vez en cuando.

Alex miró que todos hablaban, leían archivos e incluso, reían y bromeaban. Entre todo ese ruido, alcanzó a escuchar la risa de Fargan, haciendo que lo buscará inconscientemente. ¿Desde cuando llegaba temprano? Fargan no se percató de la presencia del menor y continúo en lo suyo, Alex apartó la mirada y caminó hasta marcar su hora de llegada. Después se dirigió dónde su compañero.

—Buenos días, Bravo —Cortés le sonrió.
—Buenos días... —se quedó pensativo unos segundos— Dime Alex o Alejandro, somos compañeros, no tienes por qué llamarme por mi apellido todo el tiempo. Me siento como en el colegio. —Cortés soltó una leve risita.
—Bueno, tu llámame Victor. Es verdad, todo el tiempo nos decimos Bravo, Cortés.
—Sí, mejor algo más de confianza. No sabemos cuánto tiempo vamos a durar siendo compañeros.