The Orange and Blue// 🌺Fargexby🌺//FINALIZADA

Capítulo 9 🍂

Fargan se sorprendió muchísimo con aquella llamada. ¿No era raro que estaba pensando en hablar con Jesús y de repente este le llamaba? Fargan parpadeo un poco y volvió a escuchar a Jesús.

-¿Fargan?, ¿Me estas escuchando?
-Sí, sí. ¿Qué decías?
-Si me estabas escuchando deberías saber qué es lo que dije -Jesús soltó una leve risita
-Perdón, yo... Dímelo de nuevo, anda.
-Esta bien, te lo diré. -Jesús chasqueo su lengua- Conseguí un trabajo en la ciudad de Karmaland, muy conveniente porque a Herny lo trasladaron a esa ciudad. -estaba muy emocionado- ¡Estamos en la ciudad desde hace 3 días!
-¿En verdad? -Fargan se emocionó al instante- ¿Y me llamas hasta ahora? Menuda rata.

Fargan y Jesús hablaron por horas, poniéndose al día en cuanto a su vida. Fargan omitió la parte en donde se enamoró del menor, eso se lo quería decir en persona y sobre todo, quería que le diera un buen consejo. Ambos reían y decían bromas tontas.
-¿Cuándo podré visitarlos?
-Pues... -Jesús dudó un poco- Cuando terminemos de desempacar, aún nos falta bastante
-Podría ayudaros -Jesús soltó una risa
-¿En verdad ansias vernos?
-Ci -hizo su voz chiquita
-Bueno, bueno. Puedes venir cuando quieras

Alex llegó a su casa, no se encontró con el saludo alegre del mayor, o el sonido de su música random, o el olor a la cena que el mayor solía preparar. ¿No se supone que al llegar a casa te invade el sentimiento de tranquilidad y seguridad?, ¿Por qué en la suya se sentía tan sólo? Su corazón se encogió y las lagrimas que se había estado guardando desde el desayuno salieron sin previo aviso.
Mientras lloraba en silenció, dejó su abrigo en la percha y su portafolio en el suelo, aflojó su corbata y se sentó en el sofá donde solía estar el mayor. Miró sus manos y después miro a su alrededor. No quería ser más el juguete de nadie, no quería que lo lastimaran otra vez, quería que la persona que amará le correspondiera, quería ser feliz por completo por lo menos una vez.

Se levantó del sofá y se limpió las lagrimas, algo enojado. El del problema no era él, eran los demás. Miró la cocina, haría algo de comer y después guaria un poco en la PS. Debería estar alegre, logró que el mayor le diera un gran beso y, además, logró deshacerse de Frank, quien siempre le atormentaba con su recuerdo. Era momento de ser Lely la diva o volverían a lastimarlo.

Mientras Fargan se olvidaba un momento de lo imbécil que había sido y Lely se volvía un poco mas empoderadx, Auron y Luzu buscaban a Manolo con la luz de unas linternas mientras la noche vestía a la ciudad de negro.

-Auron, no lo veo por ningún lado -Luzu miró preocupado al del mechón naranja
-Mi niño, él esta bien, lo encontraremos pronto. Sigamos buscando -tomó su mano y continuaron caminando. A la lejanía una mascara color negro, de ojos y sonrisa blancos los miraba. Ambos miraban a su alrededor mientras caminaban por el vecindario. Cuando ambos regresaron del trabajo no encontraron al pequeño cerdito.

Auron al llegar a casa no fue recibido por todos los bebés de aquel hogar, faltaba uno, pensó que Manolo estaba con su papá Luzu pero no era así, resulta ser que fue el primero en llegar a casa. Buscaron a Manolo en el jardín y el huerto, pero no se encontraba ahí. Salieron a buscarlo en la manzana pero tampoco lo hallaban, fue ahí donde decidieron buscar más allá de sólo la cuadra donde vivían. Ambos caminaban juntos hasta que Auron se detuvo
-Mi niño -llamó a Luzu- Tal vez si nos separamos obtengamos una mejor cobertura y lo encontremos más rápido -Luzu asintió- Nos vemos aquí dentro de media hora y después buscaremos un poco más alejado de la ciudad, ¿te parece?
-Sí, ten mucho cuidado. Auroncito -Luzu le dio un beso en los labios y ambos comenzaron a caminar en direcciones diferentes.

Auron decidió irse por una calle bastante oscura con solo una lampara de luz y su linterna, excelente decisión, ¿verdad? Auron caminaba mientras buscaba y llamaba al pequeño cerdo pero este no aparecía por ningún lado.
En aquella calle habían bastantes arbustos así que decidió buscar entre ellos.
-Manolo, ¿Dónde estas? -decía mientras movía los arbustos- ¡Manolo! Joder, estas asustando a tú papá Luzu, ¡Manolo! ¡Venir a por mi, hijodeputa! -empezó a caminar hacia otro arbusto- Menudo cerdo de los cojones -seguía buscando entre los arbustos- Manolo, también estas asustando a tu papá Auron. No le digas a Luzu que dije eso -miró hacia los lados- Sabes que si te quiero y me preocupa no encontrarte -se adentro entre unos arbustos, buscando en cuclillas algún rastro del cerdo.