Un Omega con mal olor. [Yoonmin]

Prólogo

La gente esperaba sentada fuera del consultorio mientras escuchaban gritos y cosas rompiéndose detrás de la puerta de madera, donde se supone, estaba el doctor de turno.

- ¡Maldita sea! - gritó el médico esquivando el portaretrato con la foto de su novia y que fue lanzado por el omega - ¡Debo revisar tu maldito cuello!

- ¡Te dije que no! - exclamó Jimin agarrando un lapicero y lanzándolo - ¡No debías buscarme! ¡No pedí tu ayuda maldito idiota!

- ¡Pero te lo debía! - dijo Yoongi bastante furioso por la actitud infantil del omega - Mírate - indicó señalando el cuello del castaño que lo rascaba desesperado, lastimándose - ¡Soy especialista en omegas con lazos rotos! - exclamó acercándose y esquivando un par de carpetas que quisieron parar en su cara -  Desde aquí puedo ver tu cuello con un color amarillento, se infectará si sigues hiriéndote.

-¡A ti que te importa alfa cabeza de carbón! - buscó algo a su alrededor para tirárselo - No tengo un lazo roto - tapó la marca con su mano que había comenzado arder.

- Soy médico - suspiró fastidiado - Es mi deber. Y vivir en una casa de tabla y plástico, con esa ropa sucia es insalubre. Además, prometí ayudarte. - se acercó cauteloso al omega quien empezó a tornarse pálido como papel - Tu alfa mordió a otro omega. - explicó viendo al castaño sujetarse del escritorio para no caer - Hará que enfermes y el dolor será agonizante. No sobrevivirás allá afuera.

- T-te...dije...- sobó su cien con su guante de lana deshilado - Mi lazo sigue intacto - miró al alfa de mala forma pero al instante algo dentro de él se rompió en dos partes, todo se volvió negro como si cayera dentro de un pozo y el eco de una persona llamándolo fuera el único sonido de todo su alrededor.

- Omega necio - bufó el alfa mientras lo llevaba en sus brazos para acostarlo en la camilla de su consultorio - Hueles mal - se quejó Yoongi cubriendo su nariz con un pañuelo - Deberías asearte debes en cuando - quitó los cabellos grasosos de la frente del castaño y revisó su cuello - Esto se ve bastante mal - murmuró para luego mirar el rostro tranquilo del omega - No eres tan feo de cerca - ladeó su cabeza curioso al sentir un aroma dulce e hipnotizante proveniente del omega - Al parecer no tienes un mal olor.