Capitulo 51 parte 2: ¿Que está pasando?

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Efectivamente _____ no era bipolar, no lo era y nos estuvieron comiendo la cabeza de que si. Malditos aparatos que funcionan como el culo y malditos médicos toca narices.

El día que me encontré a Tina en el bar me advirtió que no iba a dejarnos en paz nunca... esa chica estaba loca, completamente loca.

_____ ya estaba en casa y ya estaba todo raramente normal. Estuvimos disfrutando de la vida de una manera inexplicable. Hoy era nuestro aniversario y le tenía una sorpresa a mi chica...

-_____- la desperté con un beso en la frente- despierta cariño.

-Mmmm- solo soltó un gruñido.

-Feliz aniversario amor- abrió completamente los ojos y sonrió.

-Igualmente- me besó.

Bajé a la cocina de mi casa y le subí el desayuno a la cama. Fresas con nata, chocolate y un zumo de naranja, el desayuno perfecto.

Le tenía una sorpresa preparada para nuestro aniversario, la llevaría al lago.

Hacia muchísimo que no la llevaba a ese precioso lugar y hoy iba a ser el día. Seguramente ya no se acordaba de ese lugar, de esa cascada, de esa casa del árbol... "calla y préstale atención que te está hablando, imbécil". Esa voz de mi querido amigo hacia mucho que no aparecía... ironía eh...

-Pues me comenzaron a interrogar y me dijeron que estaba loca porq...- la besé para que se callara.

-Olvida a los médicos- dije sonriéndole y ella rió-te tengo una sorpresa...

-¿Una sorpresa?- dijo con una sonrisa en el rostro.

-Una sorpresa para la persona más especial del mundo entero.
-¿Qué es?- dijo con las cejas alzadas.
-Sorpresa- reí y me dio una palmada en el brazo.
-Va una pista- me suplicó.
-Bueno...- pensé en que decirle- ya has estado allí. 
-Eso no soluciona mucho la verdad- reí. 

-Esa es la intención- me levanté de un salto y fui a coger el sirope. Volví a la cama y manché su nariz con nata.

-¡Imbécil no hagas eso!- dijo riendo.

-Yo también te quiero- le dije achinando los ojos y ella manchó ahora mi nariz.

Estuvimos charlando y desayunando. En más de un momento ella me volvía a preguntar a donde la llevaría y como no le contestaba me manchaba con nata… que graciosa es y como la quiero. Me levante y dejé la bandeja con el desayuno en la cocina.

-¿A dónde vas?- dijo al dirigirme a la puerta.

-Voy a coger la moto- dije guiñándole un ojo- ves vistiéndote.

Crucé la carretera que separaba su casa de la mía y me subí a la moto cuando vi a _____ cerrar la puerta de su casa.

-Lista- dijo sonriente.

-Sube preciosa- y me hizo caso. Paré en una gasolinera y puse gasolina. Seguidamente le tapé los ojos con una venda y ella gritó - ¿Por qué gritas?

-¿Por qué me vendas los ojos?- preguntó extrañada. Normal.

-Para que sea una sorpresa- y volvimos a la moto. Ella se agarro muy fuerte a mi cintura aterrada y apoyando su cabeza en mi espalda. En cinco minutos ya habíamos llegado y bajé de la moto.

-¿Puedo quitarme ya la venda?- preguntó como una niña pequeña.

-No, no puedes- contesté burlón. La cogí en brazos y me acerqué al lago. Me quité las bambas y quité sus zapatos. Luego me quité la camiseta aun teniéndola en brazos.

Roba mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora