Hola, es un gusto volverlos a saludar, se que no e terminado la historia de Marina, pero les diré que estoy inspirada en otra, es de la hermana de Harry Potter.
Julieta Potter, vivió con sus tíos hasta la edad de 11 años, después fué enviada a Beuxb...
En una semana naciera mi pequeño Scorpius, Draco y yo decidimos que le pondremos el nombre que habíamos decidido una vez en Hogwarts , en estos meses nuestro querido Theodoro había sufrido una perdida muy grande para el, pues su padre había muerto de una fiebre de dragón, estuvo devastado, se quedo con nosotros una temporada, pero luego dijo que se sentía mejor y volvió a su casa, creo que era el único que no se había casado y su compañero era su padre, no le crei nada, pero sabia que necesitaba su espacio, no quería que se sintiera presionado por alguien, sabia que la muerte de alguien importante era muy dura y yo mas que nadie lo sabía. Me estaba viendo en el espejo de la recamara, mi vientre de casi 9 meses, cuando entro Draco a la habitación asustado.
-Juls, tu hermano me envío un patronus, tienen a Theodoro en la oficina de aurores, esta detenido- dijo Draco, eso me asombro
-¿Qué fue lo qué paso?- dije viendo a Draco y al mismo tiempo cambiándome, me puse un vestido gris de manga larga, mis zapatillas Beish u mi bosa.
-No lo sé, pero debemos ir al ministerio- dijo Draco los dos bajamos rápidamente a la sala donde hicimos aparición en el ministerio, caminamos rápidamente a la oficina de mi hermano y cuando entramos los dos estaban con heridas de batalla, no entendía nada, cuando me vieron los dos se pararon.
-¿Qué pasó? Y ¿Por qué tienen sangre los dos?-pregunte viéndolos y ellos se dieron una mirada.
-Theodoro tenía un giratiempo, cuando llegue a su casa se puso conmigo a un duelo, hasta que se rindió y se entrego junto con el giratiempo-dijo Harry viendo a mi amigo, quien se mantenía callado.
-Theodoro, tu no eres así, tu siempre prefieres las palabras antes que los golpes- dije acercándome a mi amigo, me sentía como esas mamás que van a la escuela por qué su hijo le pegó a alguien.
-Ese Theodoro se fue junto con su padre, solo quería volver a verlo, aunque fuera unos minutos- dijo Theodoro, entonces paso, aquel Theodoro que no había soltado ninguna lágrima las soltó, Draco camino hasta su amigo y lo abrazo en forma de consuelo.
-Lo puedo dejar ir, solo si se queda con alguien de nosotros, está claro que no puede estar solo- dijo mi hermano viendo aquella escena de Draco y Theodoro.
-Se quedará con nosotros-dijo Draco seguro de éso, antes de que pudiera decir algo solté un grito, estaban comenzando las contracciones y dolían mucho.
-Juli¿Estás bien?-pregunto mi hermano asustado y caminando hacia mi.
-Scorpius ya viene- dije entre jadeos, me habían dicho que dolía demasiado, pero esto era mucho.
-Debemos ir a San Mungo-dijo Draco separandoce de Theodoro el cual estaba igual de asustado que todos, Draco tomo mi mano y aparecimos en el hospital, mi ginecóloga ya me estaba esperando, me subieron a una camilla para pasar a otra sala, mientras que Draco no soltaba mi mano.
-Señor Malfoy, esto puede ser impactante para los padres, la señora Malfoy debe de estar concentrada y tranquila para traer a su hijo- dijo la doctora viendo a Draco.
-No me importa, me quedaré con ella, también es mi hijo-dijo Draco viéndome, sus palabras eran seguras, la doctora parecía asombrada ante la respuesta de Draco.
-Muy bien, Señora Malfoy, necesito que en cada contracción puje todo lo que pueda-dijo la doctora, y no lo pensé dos veces, las contracciones eran un infierno, pero hacia todo lo posible, estaba cansada, esto me tenía cansada, la doctora me daba ánimos, entonces sentí una contracción bastante fuerte, tenía la mano de Draco aferrada a la mía, y lo escuché, escuché el llanto de mi hijo.
-Felicidades, su hijo acaba de nacer, le harán unas pruebas y después se los traeremos- dijo la doctora sonriendo, las enfermeras terminaron de limpiarme, me dijeron que descansará un poco, y así lo hice.
Escuché el ruido de la puerta y me desperté, entonces ví a Draco cargando a nuestro pequeño.
-Mamá ya despertó Scorpius-dijo Draco sonríendo, se acercó a mi y me lo entrego.
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-Hola mi amor, bienvenido al mundo- dije sonríendo y tomando su manita, el pequeño abrió sus ojos y estaba viendo los ojos de Draco, cosa que me puso feliz.
-¿Quienes van a ser los padrinos?-pregunto Sirius entrando a la habitación con todos, volte a ver a Draco y ambos sonreímos.
-Su madrina va a ser Fleur- dije sonríendo a mi amiga que chillo de la emoción.
-Y su padrino va a ser Theodoro- dijo Draco sonríendo y Theodoro parecía confundido.
-Me alagan, pero no soy un buen ejemplo para el pequeño Scorpius-dijo Theodoro y sabía a lo que se refería.
-Todos cometemos errores y no serás el único que los cómete, así que no decepciones a mi hijo si alguna vez Draco y yo llegamos a faltar- dije sonríendo y causando la risa de todos, ya tenía a mi pequeño en mis brazos y eso me tranquiliza, estaba seguro conmigo y haría lo que fuera para protegerlo.
