Todo se estaba viniendo abajo. No hubiera salido a caminar ese día, menos con el traje azul que TaeHyung le había regalado, alegando que debe verse como alguien de un estatus medio y no su desgastado traje beige.
Lo que pudo lograr en esos meses se derrumbaba frente a sus ojos.
JiMin no estaba listo para verlo de nuevo, no quería verlo de nuevo.
Le causaba un enojo irracional tener que verlo en esos momentos.
Detestaba con cada parte de su ser saber que seguía vivo.Jamás podría perdonarle el infierno que le hizo pasar... cada golpe, cada falsa promesa, cada herida... y la peor de todas. Haber matado a su madre, era algo que JiMin nunca le perdonaría a Park ChungSo, el hombre que decía ser su padre.
Cuando JiHyun llegó corriendo hasta él, no entendía lo que estaba pasando. Hasta mirar su rostro lleno de miedo y de terror, de algo que habían olvidado sentir, al miedo le habían dicho "hasta nunca", desde que salieron de esa casa con las pocas cosas que tenían. Viviendo de lo poco que JiMin podía conseguir.
Su padre no tenía derecho a exigir nada, no cuando fue su culpa, cada lágrima y cada noche que se iban a dormir sin comer. JiMin dejaba de comer para que su madre y su hermano tuvieran al menos un bocado. No iba a dirigirle la palabra a ese hombre, no le importaba.
- Cuanto tiempo, hijo- le dijo con descaro y jactancia pintando en sus facciones.
- No soy su hijo, no lo conozco- negó JiMin alejandose de él, cargando a JiHyun en brazos, no queriendo que su hermano siquiera recordara a ese hombre.
- Justo como tu madre, siendo tan miedosos, y poco hombre- dijo con enojo e intento acercarse. JiMin le fulminó con la mirada.
Recordando esas noches, donde lo obligaba a beber, donde lo golpeaba por haberse negado a golpear a su madre y hermano. No. Esa no era la definición de hombre que quería. Ni para él ni para su hermano.
Un hombre no era el que maltrataba, era el que protegía.
Su abuelo se lo había inculcado siempre. Cada vez que lo visitaba, el hombre anciano le decía que un buen y gran hombre era aquel que protegía lo que amaba, que luchaba contra todo para no derrumbarse y que los que estaban a su lado se sintieran orgullosos de el.
Y esa sería siempre su versión de ser un verdadero hombre.Ha luchado por su hermano, se hizo fuerte para protegerlo y que nada pudiera dañarlo. Y lo seguiría haciendo. Ese hombre frente suyo no podía traer nada bueno a su vida. Hizo el amago de irse definitivamente pero ChungSo lo detuvo.
- Dame dinero- le dijo de inmediato.
- No tengo dinero- le respondió seco y deshaciendo el agarre que el hombre había puesto sobre él. Lo detestaba, le daba repugnancia que lo tocara.
- JiMin...- JiHyun dijo temeroso, no quería alejarse de su hermano mayor. Ese hombre le daba miedo, estaba presente en sus mas temibles pesadillas.
- Tu traje dice otra cosa, la ramera de tu madre no podría haberte comprado eso- le dijo cortando un paso de distancia.
- Respete a mi madre- dijo mordiendose la lengua, quería decirle todas las maldiciones que se le estaban viniendo a la cabeza.
Y sin mas, salió corriendo, esquivando a la gente que lo maldecía de vez en vez. No quería mirar atrás, no. Sintió el agarre de alguien y un tirón miy fuerte, que casi le hace caer, y JiMin supo que el mundo era un egoísta y nadie le ayudaría, que solo tenía con él a todos aquellos a quienes llamaba familia. Su lista de confianza absoluta se reducía a JungKook, TaeHyung, HoSeok y...
- Parece que siempre estoy en el momento y lugar indicados para ayudarle, JiMin...- alzó su vista, mirando a YoonGi a los ojos. El mayor siempre con su porte elegante y que dejaba muy visible su nobleza y jerarquía.
JiMin quiso sonreírle hasta que vió pasar a su padre frente a ellos. Se tensó de manera notable para YoonGi, quien dirigió su mirada hasta donde JiMin tenía sus ojos puestos, mirando a un hombre mayor que se veía enojado.
YoonGi lo llevó del brazo hasta que quedaron en un pasaje poco transitado, casi nadie lo usaría, por lo tanto podían estar allí sin temor. JiMin se permitió respirar en ese momento. JiHyun se despegó de su cuello, creyendo que estaban a salvo.
- ¿Dónde estamos?- preguntó y luego miró a YoonGi frente a él, con una sonrisa cálida.- ¡Señor YoonGi!- dijo con emoción. YoonGi acarició sus cabellos y dirigió su mirada hasta JiMin, preguntando que había pasado y por qué estaban corriendo.
- Gracias...- JiMin susurró, dejó a su hermano en el suelo y dejó que los brazos de YoonGi lo envolvieran. Había algo en él que le proyectaba cierta confianza. No dijeron más, después habría tiempo para las explicaciones.
YoonGi asintió, y con disimulo besó la sien de JiMin, haciendolo sonreír.
JiHyun tomaba la mano de su hermano mayor, observando los pocos colores que habían a su alrededor.YoonGi se convirtió en su escolta hasta llegar al lugar donde vivían. Solo que en esta ocasión y debido a la hora, se pararon frente a la puerta que daba el acceso a empleados.
- De verdad...- JiMin le miró una última vez, antes de entrar por la gran puerta- Muchas gracias... y sí quieres verme un rato, puedes venir aquí, envíame una nota y vendré...- susurró, y aprovechando que nadie les veía y la distracción de su hermano menor, besó a YoonGi.
YoonGi asintió, mostrando un sonrisa coqueta.
- De acuerdo...-le susurró, dejando una suave caricia por la cintura y cadera de JiMin.
YoonGi les vió entrar y se dirigió a su hogar...
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Geisha
FanfictionPara la cultura china, las geishas eran personas que tenían talentos... Pero para YoonGi, geisha era mas que solo una expresión de arte y talento, geisha era el nombre de su amante, un chico que con su voz lo cautivó... Que pudo distinguir esos ojos...