JiMin recuerda cada detalle de lo que vivió con YoonGi. La forma delicada en que tocó su cuerpo, en que lo besó...
Cada caricia podía sentirla tan real aún en su piel. En su mente, nunca había llegado a imaginar todo lo que provocarían los toques correctos en su cuerpo. Estaba tan preocupado por al menos poder levantarse a la mañana siguiente, después de una noche llena de golpes que ni siquiera podía disfrutar de ese tipo de sensaciones. Nuevas, pero que le resultaban muy agradables.- Vaya...- la voz te TaeHyung lo distrae- Debe ser algo espectacular...- le menciona divertido. El chico se sienta a su lado, vistiendo como siempre un traje elegante, que denota su posición dentro del local. JiMin lo admira porque él sentía dificil hacerse cargo de su hermano menor, y TaeHyung tuvo que ser responsable de cuatro hermanos y al mismo tiempo conseguir comida...
- ¿Qué dices?- pregunta JiMin un poco aturdido por la sonrisa maliciosa y divertida de TaeHyung. Quiere intentar ocultar lo que ha abarcado sus pensamientos desde que despertó esa mañana, pero al parecer el sonrojo en su rostro y sus ojos lo delatan.
- Bueno, tienes la misma cara que yo tengo cuando he tenido una muy buena noche- menciona TaeHyung con cierto tono sugerente. JiMin solo evita verlo.
Están cerca del patio de juegos de los niños menores, con sus cuidadoras corriendo junto a ellos.
JiMin y TaeHyung miran a su hermanos pequeños correr de un lado a otro junto con los demás niños. JungKook aparece.- En días como hoy disfruto mi trabajo- dice JungKook a espaldas de ambos chicos. Se sienta al lado derecho de JiMin y se estira.- Han sido días agitados y una tarde tranquila está en mi lista de cosas favoritas...- menciona sonriendo.
- A ti lo que te gusta es no hacer nada- TaeHyung dice con reproche.
Es una tarde donde es libre para ellos. HoSeok decidió darle un día para relajarse, después de todo, JiMin aun parecía un poco asustado a su alrededor.
- Tengo un evento está noche...- JiMin menciona, con una sonrisa.
- Oh...- JungKook hace una sonrisa traviesa. Sabe a lo que JiMin se refiere.
- Pero te irás más temprano, ¿cierto?- pregunta TaeHyung, aunque sabe que JiMin irá acompañado, no solo por la escolta del establecimiento, sino que también por los criados que tiene el señor Min.
- YoonGi dijo que quiere que llegue antes del atardecer...- menciona. Sonríe al pensar en el hombre mayor, no puede evitarlo.
- Mucha confianza... ya no lo llamas señor- TaeHyung le dice divertido y con cierta burla que busca avergonzar a JiMin.
- Prefiere que lo llame por su nombre...- JiMin dice, encogiendose de hombros. Desde que YoonGi admitió haberlo descubierto, le pidió que no le llamara señor, sino que podía llamarlo por su nombre y no habría ningun problema...
- Lo apruebo- dice JungKook, recibiendo un pequeño golpe en su brazo, de parte de JiMin. Ríen y JiMin se sonroja.
Al momento de arreglarse, TaeHyung le ayuda a maquillarse, sigue usando su traje de bordados finos y delicados, su cabello oscuro contrasta con lo profundo de sus ojos y el tocado turquesa en sus cabellos. Sale en compañía de JaeBum y YoungJae, y tres criados más, los cuales el mismo YoonGi envió para que se sintiera más seguro.
Incluso YoonGi se sentía mejor sabiendo que JiMin llevaría mas compañía con él. Sí de belleza habla, JiMin es hermoso, como la tela más fina y delicada, que solo la realeza puede usar, de ojos precisos que puedes observar constelaciones en ellos, de un color de piel cálido y llamativo al tacto, una silueta estetica... cabellos oscuros cual noche... esos labios que se atrevió a besar en varias ocasiones, un cuerpo que se atrevió a tocar... sabiendose un ser tan bajo para estar al alcance de tal belleza.
Está perdido en sus pensamientos cuando, JiMin apareció en sus aposentos privados. El menor le sonrió y YoonGi no dudó en devolverle la sonrisa también.
Le indicó que se sentara a su lado.
- Debería negarme... pero admiro como lucen estás prendas en usted- le dice YoonGi cuando lo observa. JiMin siempre había tenido un aura delicada.
- Realmente me gustan- JiMin se sincera- Sé que incluso parecen prendas de mujer, pero me agradan los colores y adornos en cada porción de tela...
YoonGi sonríe, los colores no deberían ser etiquetas. Ni siquiera de clases.
JiMin opina que YoonGi es demasiado atractivo con el hanbok abierto, dejando su pecho y abdomen al descubierto. Siente su rostro sonrojarse ante la mirada tan intensiva de YoonGi.- ¿Quiere que cante?- JiMin pregunta, no sabe porque el hombre lo ha citado tan temprano o porque no le ha dado la lista de canciones que desea escuchar.
- Solo hablar...- YoonGi le sonríe y se acomoda para atraer a JiMin a sus brazos. Sin detener sus manos, que van en busca de la piel del menor.
- No creo que quiera solo hablar...- suspira, al sentir los dedos fríos rozar su piel. Siente como YoonGi pone suma delicadeza al trazar líneas imaginarias bajo su ropa.
- Hay muchas formas de comunicarse...- le menciona YoonGi. Y JiMin sonríe, dejandose llevar por la voz baja del mayor, siempre es así cuando YoonGi menciona algun detalle particular, respecto a un tema- Puedes comunicarte con miradas, gestos y ademanes... la música también es otra forma de comunicar... la pintura también... no es necesario hablar o decir algo...
JiMin suspira, ayudando a YoonGi a deshacerse de sus prendas superiores y que el mayor le exprese todo lo que desea a traves de caricias en su piel. La suave seda se desliza por su hombro, exponiendose ante la mirada y labios del mayor.
YoonGi no lo piensa mucho y deja un sendero de suaves y terciopelados besos... hasta llegar detrás de la oreja ajena. Sus manos solo desean tocar esa piel... asegurarse que no es un sueño, que la obra de arte entre sus brazos... es real.
JiMin jadea suavemente al sentir como su respiración comienza a fallar... solo por esas delicadas caricias... eleva sus manos hasta llevarlas a la nuca de YoonGi y tener un soporte ante las emociones que lo empujan al vacío.
Las curiosas manos viajan hasta la cintura del menor donde se aferran...
- Incluso...- YoonGi le susurra al oído- Incluso los besos son un lenguaje implícito...- JiMin le mira y así, en la misma posición, sus labios se unen, dejando en claro lo que quieren decirse... lo que las palabras no pueden explicar.
Porque todo parece irreal, porque en esos momentos, ni YoonGi ni JiMin pueden comprender los conceptos en medio de sus besos.
Para ellos... los significados parecen ser algo sobrevalorados en ese instante en el que ambos desean descubrir los términos de lo abstracto entre sus labios y almas...
ESTÁS LEYENDO
Geisha
FanfictionPara la cultura china, las geishas eran personas que tenían talentos... Pero para YoonGi, geisha era mas que solo una expresión de arte y talento, geisha era el nombre de su amante, un chico que con su voz lo cautivó... Que pudo distinguir esos ojos...