XXVIII

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Cuando JiMin salió esa tarde a comprar algunas esencias para TaeHyung, lo último que esperó fue enterarse que la amable señora Choi había fallecido, siendo víctima de un asalto en su propia casa.

JiMin miraba a algunos soldados presentes, y pudo reconocer al soldado que era fiel amigo del enfermo que se hacía llamar su padre. Otros estaban investigando, lamentando lo sucedido. Muchos otros aldeanos comenzaron a decir que no escucharon nada y que la mujer era una buena persona que solo ayudaba.

JiMin sintió como sí los recuerdos volvieran a quemar... su madre murió de la misma forma, y él no pudo ni siquiera enterrarla. Quizás huyó de forma cobarde pero no quería que su hermano la mirara, por tanto, esa noche solo huyó...
Al sentirse tan perdido y luego de algunas noches a la interperie, la señora Choi le abrió las puertas de su casa, dandoles comida y un lugar para pasar sus heladas noches...

Salió de allí, sin mirar atrás, quería derrumbarse y alejarse de todo a su alrededor, su caminar lo llevó al mismo lugar donde YoonGi y él se habían mostrado piel a piel por completo, dejando fluir todas esas sensaciones desconocidas.

Su respiración estaba agitada.

Había hecho bien al salir solo, quería caminar un momento antes de regresar a su trabajo en la cocina ese día, y quiso visitar a la mujer que tanto tiempo les ayudó... sentía las lágrimas bajar por sus mejillas hasta caer y perderse en la hierba alrededor de sus pies.

Lamentablemente, JiMin no contaba con el hecho de que el soldado codicioso le persiguió, encontrandolo en esa zona.

- Me gustaría que estuvieras perdido- menciona y JiMin le mira con odio. De esa misma forma en la que miraba a su progenitor. Hace la comparación entre ambos y no cree que haya mucha diferencia. Por eso se llevan bien... porque son iguales, abusadores, maltratadores y unos asesinos...

- No lo estoy- JiMin dice firme, no le debe tener miedo, porque sí el hombre le intenta hacer algo, va a gritar, importandole poco que digan lo cobarde que es al no saber defenderse- Debe estar buscando al culpable, no aquí...- espetó con molestia. Sintiendo la ira quemar en su garganta.

- Quería consolarte...- le dice jactancioso y hasta divertido, JiMin retrocede al verlo acercarse.
JiMin odia sentirse como una maldita presa, ni siquiera YoonGi se comportaría así. Siendo un hombre adinerado y dueño de muchas cosas... jamás le había mirado de esa forma tan asquerosa.- Me enteré que te asustaste con la broma de tu padre y la mía... dejame enmendar ese recuerdo...

JiMin mordió su labio y paró en seco, odiando a la persona frente suyo.

- Se equivoca- JiMin se atrevió a decir- Lo único que sentí fue asco y repulsión por tenerlos tan cerca.- cruza sus brazos y se siente poderoso al enojar al hombre.

- Ví tu cara de miedo... no puedes esconderlo- el soldado vuelve a decir.

- Quizás... porque estaba seguro de haber asesinado a mi padre la misma noche en la que él mató a mi madre- JiMin menciona desisteresado- Creí que estaba viendo un fantasma... quizás hasta pensé que me estaba volviendo loco...- hace una mueca con sus labios, lo más parecido a una sonrisa enfermiza.

El soldado le mira, no sabe que responderle. Puede ser un chico, pero no le teme de la forma en que quisiera.

- Tu madre debió hacerle algo para que enfadara lo suficiente- mencionó indiferente- Somos la autoridad... aunque los que son como tú, no deben exigir nada... trabajando en un lugar como ese, estás dejando en claro lo que deseas...

JiMin empuña sus manos hasta volverlas blanquecinas, por la falta de sangre.

- Tengo talentos que usted jamás podría tener... y solo me hace diferente- menciona- El lugar donde trabajo, nunca exige prestar el servicio que usted quiere recibir, no vendo mi cuerpo... ni lo haré- JiMin niega. YoonGi, pagaba por escucharlo cantar, pues al fin de cuentas, HoSeok no sabía mucho de la relación que fueron desarrollando, vendía el tiempo que usaba cantando, pero los besos... las caricias... los roces... todo eso, YoonGi le decía que nunca iban en la cuenta, que eso era algo que nacía entre ellos, como cuando se está enamorado...

JiMin no vio venir el primer golpe, el soldado le hirió la mejilla, haciendole caer sobre la hierba. El hombre se le fue encima, e intento safarle el nudo de sus ropas.

- Mierda- masculló- ¡Quédate quieto!- le gritó. JiMin trataba de detener sus manos como podía. No dejaría que nadie le pusiera un dedo encima.
Su cuerpo era suyo, de nadie más.

La única persona que podía tocar hasta sus puntos más sensibles y delicados, sería YoonGi. Solo YoonGi.
Un golpe lo mareó, aun estando acostado en el suelo, trató de quitarse al hombre de encima mientras que al mismo tiempo impedía que se aprovechara de él.

JiMin se preguntó, si acaso los subordinados no se habían dado cuenta que un soldado faltaba. Cuando centró su mirada de nuevo, empujó al cuerpo encima suyo hacia adelante, haciendole perder el equilibrio, y tirandole de lleno a un lado, JiMin apenas y tuvo tiempo de levantarse, dejando las cosas que llevaba en el suelo y corrió.
Corrió todo lo que sus piernas le permitieron correr, tenía que llegar a un lugar seguro. Y ese lugar solo era al lado de sus amigos y de YoonGi, los que él consideraba familia.

Cuando llegó, la sonrisa en su rostro fue visible, y las lágrimas de alivio inundaron sus ojos. Entró corriendo sin detenerse.
Cuando TaeHyung y JungKook lo miraron llorando, se asustaron.
En cuanto JiMin los miró corrió hasta ellos y los abrazó.

- Espero que en otra vida, pueda volver a tomar sus manos...- susurra.

TaeHyung y JungKook se miran entre sí, sin comprender lo que JiMin quiere decir en ese momento.

Aunque ahora no lo entiendan... quizás después puedan comprender que las almas entrelazadas, nacerán para volver a volar juntas...

**********
Esto me llenó de sentimiento...

Realmente no esperaba llegar hasta aquí, me alegra que me hayan tenido paciencia y disculpen la demora.
Geisha está llegando a su final.

....

¿Nadie se preguntó quien era la persona que le decía las frases a YoonGi?

Deberían tenerlo en cuenta... lo cursiva de este final es importante...

Nos leemos y cuidense mucho...

Yk...

GeishaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora