Kiss me Quick

XI Odio

Taehyung se concentraba en la novela, después de una buena sesión de inspiración, debía entregar avances pronto, su editor Cara de rata le estaba presionando ya que faltaban días para la entrega y por las recientes dificultades no había podido finalizar. Hoseok dormía, entre el embarazo y el deseo sexual saciado, estaba exhausto, tenía unas horas para lograr finalizar.

La novela relataba la historia de un rey que debía escoger esposa, una mujer casta, pura y con una gran belleza, pero en su búsqueda por diversas ciudades le había Sido imposible conseguir una con tales características, otro gran problema era que el Rey se aburría con facilidad de las mujeres y después de saciarse las desechabas. Siempre encontraba un defecto en ellas, unas roncaba demasiado, otras tenían un dedo más grande que otro, otras tenían ojos muy pequeños otras más grandes. Excusas tontas para no decir que no se enamoraba de ninguna.

Taehyung recordaba que en ese Rey reflejaba su vacío de no tener a nadie que le llamara la atención, siempre que elegía una pareja para una noche pensaba si molestaría mucho a su viejo. Desde que vio a su hermano ser obligado a casarse, pensó en nunca darle gusto a los caprichos de su padre y optó por estudiar literatura y arte. Después empezó a buscar en cada persona que se le ofrecía un poco de compañía y llenar el vacío dejado por su madre al morir.  Hoseok a veces le recordaba a su madre, tenía una mirada tan inocente y un aura tan tranquila que le hacía querer permanecer a su lado por siglos.

Fue el día en que vio a Hoseok que su mente solo podía enfocarse en una cosa, la sonrisa de Hoseok. Así mismo le sucedió al Rey de su novela, este desechaba a las mujeres y luego estás quedaban inservibles, ya que habían Sido usadas y rechazadas por su majestad.
Una joven doncella captó el interés del Rey, una chica hermosa con una mirada llena de luz. Pero ella tenía sentimientos hacia otra persona y no deseaba enlazarse con el Rey, entonces acudió a su hermano quien a escondidas gozaba de la danza y de la seducción, este decidió ayudar a su hermana.

El Rey fue invitado al banquete para comprometerse, pero durante la noche recibió un obsequio de su futura novia y al observar al joven frente a él su mundo se transformó, el joven tenía unos labios exquisitos y deseaba probarlos.  Al verlo moverse al ritmo de la música sus ojos se hipnotizaron, sus piernas se se elevaban de una forma tan sesual dejando ver su piel blanca y su excelente elasticidad.

Aquellas caderas se movían de una forma tan deliciosa que el Rey sintió una descarga eléctrica que recorrió su espina dorsal y pasó  por todos sus nervios, su miembro se despertó tan vigoroso y duro, que ordenó a todos dejarlo solo con el bailarín, quien al verse  con el Rey se tensó y detuvo sus movimientos. Su majestad se acercó a él como un lobo acorralando a su presa, le sonrió juguetonamente y se mordió el labio inferior, ese solo gesto provocó más al Rey quien lo tomó por la cintura y lo atrajo a su cuerpo frotando sus cuerpos.

El bailarín sintió la enorme erección y soltó un gemido....

— ¿Estás sordo, Taehyung?— Jungkook había estado hablándole desde hace cinco minutos, pero cuando Taehyung escribía se perdía totalmente.

— ¿Por qué me interrumpes? Después estás parloteando con que no te hago la entrega a tiempo...

— Pues has tu trabajo, llevo días esperando que entregues el último capítulo y tú pareces ido.

— Ya lo tengo justo ahora lo escribía.... ¿Por qué demonios entras a mi casa como si nada? Ahora que mi Vainilla vive conmigo no quiero que entres sin tocar ... Imagínate que entres cuando esté en plena sesión de inspiración. Te sacaría los ojos si vieras un solo centímetro del trasero de mi Vainilla.

Jungkook rodó los ojos, le fastidiaba su primo en especial cuando se ponía a darle advertencias para  que no viera a su Vainilla, él jamás se fijaría en Hoseok, pues estaba loco por Jimin quien cada día se ponía más caliente, alejó los pensamientos que se habían metido en su cabeza referente a su novio y se concentró en Taehyung.