XIII Furia y Agonía

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Hoseok madrugó para acompañar a Mark a recolectar las manzanas, esta vez tenía pensado preparar una tarta. Taehyung estaba dormido y no se inmutó cuando este salió de la cama. Decidió vestir con una camisa estilo polo color rosa y un pantalón corto blanco, se colocó sus tenis blancos y un sombrero rosa. Si Tae lo viera seguro le apodaría de algún modo, pero la tela era tan suave que no le importó lo tierno que se veía.

Salió y Mark ya lo esperaba, le entregó un canasto y el llevaba otro. La abuela Kim los observaba con una hermosa sonrisa, pues Hoseok le recordaba a la madre de Tae. Hoseok observaba todo con una mirada maravillada por la belleza de los árboles y el color tan vivo de las manzanas, el aire fresco rosaba su piel de forma agradable y empezó a realizar su trabajo, su vientre a penas se notaba, pues eran pocas semanas las que tenía a su mini Tae. Le gustaba conversar con Mark, pues era un chico muy agradable y sabía mucho de las plantas. A diferencia de sus amigos él era más humilde y sencillo referente a las situaciones de la vida, no se hacía planes a futuro lejano, sino que se planteaba metas a cumplir en un periodo estimado. No tenía novio, según él esperaba al chico indicado para formar una familia, algo que sí era prioridad.

Taehyung se despertó queriendo abrazar a su vainilla, pero solo encontró el olor de este. Frunció el ceño, pues había soñado con despertar al lado de su vainilla y pedirle sus dotes orales excelentes y exquisitos, pero se obligó a conformarse con una ducha fría. Al salir se vistió cómodamente y se fue al jardín con su laptop. Siempre le gustó el campo para escribir, pues sentía más inspiración, pero el no haber podido toquetear a su Vainilla lo estaba matando. Así que este capítulo de su libro fue un poco porno, pues todas sus fantasías las pasó a las páginas de su novela, donde el Rey hizo lo que quiso con el bailarín, mientras este se retorcía de placer. Cuando sintió que su estómago le pedía algo fue a la cocina, su abuela le sirvió un delicioso batido y un sándwich.

─ Tae ¿Piensas casarte con ese chico precioso?

─ Sinceramente ¿Qué es lo importante del matrimonio? Ya hago con él lo que ustedes hicieron hace cien años.

Su abuela negó con la cabeza y mostrando una sonrisa divertida. ─ Si sabes que solo tengo 76 años ¿verdad?

─ Detalles, Abuelita ¿Dónde olvidaste a Piolín? 

─ Siempre tan respetuoso mi niño... Si te casas llevará tu nombre y será prueba de que ningún Zángano puede acercarse, es una prueba legal  de que piensas que ambos se pertenecen y de que le ganaste a otros idiotas que babeaban por él.

Taehyung se lo pensó un rato y reflexionando en las palabras de la abuelita de Piolín, no era tan descabellado. ─ Pues poniéndolo de esa forma es una razón muy importante para casarme y que todos en este puto mundo sepan que mi Vainilla me pertenece y que los otros idiotas como Yoongi y el tal Jackson se queden sin semejante prospecto porque yo les gané... sin duda haber vivido en la era de los tres Reinos te da mucha sabiduría. 

Su abuela le dio una mirada asesina, pero él ni se inmutó. Era casi medio día y no había visto a su novio, fue en ese momento que recordó a Mark.  ─ ¿Hoseok está con tu empleado?

─ Sí, ambos salieron muy temprano supongo que se deben estar divirtiendo.

Taehyung se sintió molesto, pues su Vainilla había preferido ir con ese chico antes que quedarse a su lado para darle una grandiosa mamada. Se levantó para irse al jardín cuando vio una de las visiones más hermosas, su Vainilla vestido de rosa y pantalones cortos, era una visión divina. Eso lo puso más molesto, el chico Heidi había visto a su Vainilla en esa fase adorable y eso lo estaba matando, además que venían sonriendo. 

Se acercó a Hoseok con su risa fingida, Hoseok lo notó inmediatamente, pero Mark, el dulce Mark no. 

─ ¡Hola! Pensé que me privarías de tu compañía todo el día.

Kiss me QuickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora