VIII. Suplicio

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Donde se oculta el amanecer...
básicamente en ningún lugar.
Ese lugar donde "anochecer"
podría talvez algo significar.

Donde llueve eternamente...
sí acaso me es necesidad desahogar.
En el valle de las sombras, fijamente
dirigí mi mirada al vasto mar.

Tango de pasión, Vals de ternura...
bailaban las estrellas al compás
de alguna melodía finamente pura,
o sin música percibía, quizás.

Mis ojos se enternecen, dulce melodía,
mientras a mis oidos no llegó
porqué en mi piel brisa corría.
En el aire, recuerdos de tu y yo.

Huracanes en mis pupilas dilatadas,
leves corrientes de agua en mis mejillas.
En mi mano, daga de risas irritadas
porque en mis labios el frío me acuchilla.

"La noche es eterna, mas no la pena",
pensé mientras de ahí lentamente huí.
Aunque lágrimas corrían hasta por mis venas,
sólo me detuve, el llanto me contuve.
Y suavemente sonreí...

𝑬𝒍 𝑨𝒓𝒄𝒉𝒊𝒗𝒐 𝒅𝒆 𝑳𝒂𝒔 𝑭𝒖𝒓𝒊𝒂𝒔 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora