VI. Interrogatorio

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¿Que hay de malo en mí?
¿Porque a ti acudí?
¿Por qué soy así?
¿Debería confiar en ti?

Asco de vida perdida.
Mi mente: Promesa incumplida.
Tengo pecados de homicida,
maté sentimientos y heridas.

Quiero llorar...
tantas personas huyen,
me ven pasar.
¿Por qué no me incluyen,
más me recluyen
para en mi prisión habitar?

Opción secundaria,
recuérdame cuando quieras.
Situación precaria...
esperaba que aparecieras.

¿Verdad que soy normal?
Sonrisa fingida, alma torcida,
aura herida, mente deprimida
y la esperanza de ser igual.

¿Es verdad que me quieres?
No desconfío de ti, estoy seguro
después de tantos amaneceres,
que el sol saldrá, lo juro.

¿Te soy importante?
¡¿De verdad?!¡Es impresionante?!
Para mi también lo eres,
y me encanta que me lo reiteres.

¿Soy un gran amigo?
El cielo es mayor testigo,
de lo que amo estar contigo,
aunque a veces huyas por lo que digo.

¿La vida es bella?
Me la describes tan interesante,
tanto que parece irritante...
pero me agrada que seas el hablante.

No me dejes.
Sólo, mi vida se marchita.
De temas hirientes hablar evita,
solo vive la llama ahorita.

¿Que demonios hago?
De esperanza me embriago,
fundiendo mi cuerpo con halagos,
cuando en realidad naufrago.

Cierto, mucho tiempo ha pasado,
y llevo aquí sentado,
esperando quedarme callado
demasiado he charlado...
Contigo.

Mi peor enemigo:
¿En verdad me contradigo?
Porque es frustrante mirar tu reflejo,
mientras pasan horas
y tu siempre me ignoras,
mi querido espejo.

Es que solo quedas tú.
Ya no hay nadie más aquí,
a mi lado...

𝑬𝒍 𝑨𝒓𝒄𝒉𝒊𝒗𝒐 𝒅𝒆 𝑳𝒂𝒔 𝑭𝒖𝒓𝒊𝒂𝒔 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora