Capítulo 30

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Griffin Johnson

Rodeo con paso firme el cuerpo del hombre que me pide piedad de rodillas. Me coloco detrás de su cuerpo y clavo el cañón del arma en la parte posterior de su cabeza, sintiendo cómo tiembla bajo el metal.

— ¿Tienes el dinero? — pregunto de forma calmada.

Mi sangre hierve cuando niega con la cabeza, por lo que, con un leve movimiento de cabeza, Josh se encarga de estampar su puño en la cara de Owen, partiéndole la nariz.

— Has tenido un mes para darme el maldito dinero — agarro su pelo con fuerza mientras la sangre cae a borbotones por su nariz —. ¿Quieres saber cómo acaban los que no me pagan?

Sostengo el agarre de su pelo y acerco mi cara a la suya, con la muerte reflejada en los ojos. Me mira con temor, aguantándose las lágrimas como un cobarde.

— Acaban tres metros bajo tierra, hijo de puta — digo con tono amenazante —. Así que, si no quieres que tu familia se encuentre tu cabeza clavada en una estaca en el jardín, dame ahora mismo el dinero que me debes, tienes 10 segundos.

— ¡Dame una semana más! — suplica con los ojos llorosos —. ¡Te prometo que te devolveré hasta el último centavo!

— 10, 9, 8, 7, 6... — empiezo el conteo regresivo.

— ¡Por favor! ¡No me mates! — suplica —. ¡Sólo te pido una semana más!

— 5, 4, 3... — continúo contando.

— ¡Por favor, Griffin! ¡Tengo un hijo y una esposa esperándome en casa! — las lágrimas bañan sus mejillas.

— Que te esperen en el infierno — aprieto el gatillo y clavo tres tiros certeros, dos en su corazón y uno en su cabeza.

La sangre me salpica y guardo mi arma en la cinturilla de mi pantalón, mientras mis hombres guardan el cuerpo en una bolsa de plástico.

— Llevadlo al bosque y prendedle fuego — ordeno —. No quiero que quede ningún rastro.

Llegamos al almacén, donde Kio y Anthony se encargan de guardar el nuevo armamento que hemos recibido de la mafia italiana. Paso la mano por el frío metal de la Beretta, quedando maravillado ante la belleza que desprende.

Mi móvil vibra en mi bolsillo, indicándome que tengo un nuevo mensaje. Tenso la mandíbula cuando veo que he recibido un vídeo de parte de un remitente desconocido.

Me acerco al proyector con paso apresurado y conecto el teléfono móvil al dispositivo.

— Sentaos — ordeno a los chicos —. Me han vuelto a mandar un vídeo.

Josh acata la orden con velocidad, mientras que Kio y Anthony se quedan como una piedra, tragando saliva con fuerza.

— ¡Moved el culo idiotas! — grita Josh.

El vídeo comienza a reproducirse y observo con espanto las condiciones en las que se encuentran las novias de los chicos. Esta vez, están en el suelo, atadas de pies y manos y con una cinta en la boca, dejando sus ojos libres.

Puedo ver el terror en los ojos de Nessa, el miedo en las expresiones de Avani y el cansancio en las ojeras de Olivia.

Espero a que Beck aparezca en escena y comience a escupir amenazas por la boca, pero lo que sucede me deja helado. La figura de Jaden Hossler se planta con firmeza delante de las chicas, dedicando una sonrisa cínica a la cámara.

— Hola Griffin — saluda con maldad —. Apuesto mi cabeza a que no era a mí a quien esperabas.

Los chicos están en completo silencio, con los ojos clavados en el pelinegro que se encuentra al otro lado de la pantalla.

TWIST OF FATE (jaden hossler)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora