Capítulo 14

290 11 0
                                    

Jaden Hossler

Echo de nuevo la cabeza hacia atrás, agarrando la sábana tan fuerte que creo que la romperé. Ahora mismo mi cuerpo arde en llamas y la excitación recorre cada centímetro de mis venas.

A pesar de que le he dicho que estoy a punto de explotar, no detiene sus movimientos. Me ha dicho que jamás había hecho esto con nadie y sinceramente me cuesta creerlo porque joder, lo hace como una jodida profesional. 

Unos minutos después, llego a mi punto más alto, soltando un ronco gemido por mi boca. Mi corazón late desbocado y mi respiración es irregular, por lo que intento controlarla. Pongo ambas manos debajo de mi cabeza mientras me inclino un poco para mirarla.

Sus mejillas están teñidas de un color rojizo y sus ojos tienen un cierto brillo. Se me escapa una pequeña sonrisa y me quedo mirándola completamente embobado.

- ¿Jaden? – su voz me saca de mi trance.

- Dime – respondo suavemente.

- Soy un asco – dice de repente.

- Eso no es verdad – digo mientras me vuelvo a poner el bañador.

- Sí lo es – dice con los ojos cristalinos.

- ¿Por qué piensas eso? – pregunto sentándome a su lado.

- Le he puesto los cuernos a Griffin contigo – dice soltando la primera lágrima -. Y no ha sido solo una vez.

- Ha sido culpa mía Blair – reconozco -. Pero es que me es imposible contenerme cuando te tengo al lado.

Aunque soy una persona bastante fría y a la que le dan igual los sentimientos de la gente, la envuelvo entre mis brazos, abrazándola con fuerza.

- Ay Jaden me ahogas – me dice riendo.

- Perdón – digo aflojando mi agarre -. Blair.

- Dime – dice mirándome.

- ¿Te arrepientes de todo lo que ha pasado entre nosotros? – pregunto mientras acaricio su sedoso pelo.

- ¿Quieres que te sea sincera? – pregunta.

- Sí por favor – la verdad es que me asusta un poco su respuesta.

- Me encantaría sentirme culpable, ya que le he puesto los cuernos a mi marido, pero no es así – suelto todo el aire que tenía contenido en los pulmones -. Todo lo que he hecho ha sido porque yo así lo he querido.

A mí la verdad es que me la suda lo que piense Griffin, aunque más me vale no cagarla, porque si no Noah me mate.

- Las cosas con Griffin hace mucho tiempo ya que no funcionan, ¿sabes? – me dice -. Me paso sola casi las 24 horas del día, y pues soy mujer y tengo mis necesidades.

- ¿Y por qué no os divorciáis? – le pregunto con curiosidad.

- Lo he pensado varias veces, pero nunca he dado el paso porque pensé que eran malas rachas y que todo acabaría mejorando – dice algo triste -. Pero está claro que no ha mejorado nada.

La noto bastante decaída, por lo que le propongo ver una película. Salta de la cama y coge el mando de la gran televisión de plasma que hay en la habitación.

- Venga, no te quedes ahí quieto, baja a por comida – dice mientras busca una película en Netflix.

- A sus órdenes mi capitana – digo haciendo un saludo militar, a lo que ella ríe.

Cuando llego a la cocina, me pongo a preparar palomitas y comienzo a mirar en los estantes para ver si hay algo comestible.

Preparo una bandeja con todo lo que voy a llevar, ya que no me cabe todo en las manos. Cuando llego a la planta de arriba, mis ojos se enfocan en la puerta de roble macizo que se encuentra al final del pasillo. He estado tan ocupado con Blair que casi se me olvida el motivo por el que estoy aquí. Esta noche sin falta tengo que entrar en el despacho de ese imbécil.

Cuando abro la puerta de la habitación, Blair está tumbada en la cama con el mando de la televisión en la mano y veo que se ha cambiado de ropa, ya que ahora lleva una de mis camisetas.

- Se te está haciendo costumbre esto de robarme la ropa – digo mientras coloco la bandeja sobre el escritorio.

- Puede ser – dice levantándose para coger una galleta.

- Te queda mejor que a mí – digo cogiéndola de la cintura.

- No es tan difícil – dice riendo.

- ¿Perdona? – digo arqueando una ceja.

Ríe mientras se suelta de mi agarre y se vuelve a tumbar en la cama. Cojo las palomitas y me tumbo a su lado, mientras busca una película.

- ¿Quieres ver algo en especial? – me pregunta mientras lleva un puñado de palomitas a su boca.

- No quieras saberlo – digo mientras recorro su cuerpo con mi mirada.

- Cállate – dice con las mejillas sonrojadas.

La tarde transcurre tranquila, aunque he de reconocer que me he pasado casi la totalidad de la película mirándola.

Cuando se queda dormida, la tapo con la sábana y apago la televisión. Salgo de la habitación intentando ser lo más sigiloso posible, ya que no quiero que se despierte y me pille.

Me dirijo hacia el fondo del largo pasillo, quedando frente a frente con la puerta del despacho de Griffin. Como no quiero que nadie me descubra, me he puesto mis guantes negros de cuero, los cuales utilizo cuando hago cosas como estas.

Abro la puerta sin hacer ruido y enciendo la luz. Me dirijo a los cajones y a las estanterías, en busca de todo tipo de papeleo e información.

Aunque me cuesta un poco, al fin encuentro todo lo que me había pedido Noah, así que decido llamarle.

- Dime Jaden – responde Noah al segundo toque.

- Estoy en el despacho de Griffin – le informo.

- ¿Y bien? ¿Has encontrado algo de interés? – pregunta con curiosidad.

- He encontrado todo acerca de sus proveedores, las zonas por donde se mueve y alguna que otra cosa más – respondo.

- ¿Qué cosas? – pregunta.

- Hace pocos días contrató a un detective, el cual ha estado siguiendo a un tal Jefferson – respondo mirando los documentos.

Oigo que Noah maldice, lo que me indica que algo no va bien.

- ¿Qué pasa? – pregunto.

- Lo sabía, sabía que había sido él – responde agitado -. Jefferson trabajaba para mí, era el que se encargaba de cubrir la zona que le quité a esa rata de Johnson.

- ¿Trabajaba? ¿Le despediste? – pregunto con curiosidad.

- No. Ayer apareció muerto en la puerta de casa y supe que algo no iba bien – me cuenta Noah -. Griffin no le conocía, por lo que pensé que todo iría bien, pero ahora sé que ha sido él quien lo ha matado.

- Maldito hijo de puta – respondo con furia.

- Necesito que hagas fotos a todo lo que nos pueda servir – me ordena -. Y déjalo todo como estaba, nadie puede enterarse que alguien ha estado ahí.

- Enseguida – asiento.

- Estaré esperando noticias nuevas – dice despidiéndose.

- Adiós Noah – digo cortando la conversación.

Hago fotos a todos los documentos de interés y, cuando he terminado, coloco cuidadosamente cada documento en su estantería o cajón. Echo un vistazo rápido a la habitación para comprobar que todo está en orden y salgo, encaminándome de nuevo a la habitación de Blair. 


------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

¡MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LEER! ¡Estoy muy contenta porque la historia acumula ya más de 200 lecturas! Me hace mucha ilusión ver como poco a poco más gente va leyéndola, así que os doy las gracias 

TWIST OF FATE (jaden hossler)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora