TWIST OF FATE (jaden hossler)

Capítulo 40

Griffin Johnson

El pecho de la rubia se agita de forma nerviosa mientras cientos de palabras salen de su boca, de las cuales solo logro entender varias.

— Frena el carro rubia — corto su monólogo —. No me estoy enterando de una mierda, así que primero te calmas y me lo explicas todo.

Mi furia aumenta junto con mi ritmo cardíaco con cada palabra que sale de su boca.

— ¡Eres una maldita inútil! — grito con rabia —. ¡El plan era fácil, concreto y sencillo!

— ¡A mi no me grites estúpido de mierda! — grita de vuelta —. Hago siempre el puto trabajo sucio, exponiéndome a que me metan a la cárcel o peor, que me maten.

— Son las consecuencias de trabajar conmigo, las cuales aceptaste desde que accediste a esto, así que no me vengas con tus mierdas porque no tengo ganas de aguantar tu maldito drama de princesita — corto su discurso —. ¡Si quieres lograr tu cometido será mejor que te calles la puta boca y sigas haciendo lo que yo te diga!

— Solo quiero que Blair muera — dice entre dientes —. Ayúdame a conseguirlo.

— Antes necesito que me des cierta información, así que cuéntame todo lo que sepas sobre Jaden Hossler.

— Tenemos para rato, así que es mejor que te sientes — dice la rubia tomando asiento en la silla de madera.

Me cuenta cosas que no me importan una mierda, tales como la manera en la que se conocieron o su primera cita.

— Vamos a ver rubia, estoy empezando a perder la paciencia — resoplo —. ¡No me importa una jodida mierda cómo conociste a ese hijo de puta! ¡Solo quiero saber datos relevantes, no saber cómo fue tu patética historia de amor!

— ¡Al menos a mí no me han pedido el divorcio! — se burla.

Sus palabras detonan mi furia, levantándome del sofá de cuero con velocidad. Mi mano se ciñe a su cuello y aprieto sin piedad, ejerciendo la fuerza necesaria para cortar el suministro de aire a sus pulmones.

Araña mi brazo con las fuerzas que le quedan mientras intenta liberarse de mi agarre, cosa que no sucede.

— Mira hija de puta — su rostro empieza a ponerse morado —. Si vuelves a reírte de mí, te cortaré el cuello hasta que nades en tu propia sangre.

Asiente con miedo y suelto poco a poco el agarre, provocando que caiga al suelo, tomando grandes bocanadas de aire.

— Sigue con lo que estabas — demando —. Pero omite los detalles de tu relación, no me importan.

— Jaden tiene dos hermanas, Sophie y Haley — tose —. Sus padres viven en Tennessee, mientras que él vive aquí, en Los Ángeles.

— Dime su dirección — saco mi teléfono y abro la aplicación de notas —. Iré a hacerle una visita.

Blair

Me miro al espejo y sonrío, feliz con lo que veo. Mi pierna ha mejorado muchísimo desde que estoy en rehabilitación, siendo capaz de apoyarla sin ayuda de las muletas.

Es cierto que todavía me cuesta andar con normalidad y a veces tengo que ayudarme de las muletas, pero la mejora es evidente.

— ¡Nena! ¡Ya estoy en casa! — escucho el grito que proviene de la planta de abajo.

— ¡Estoy en la habitación! — me emociono al escuchar la voz de Jaden.

Escucho los pasos que suben veloces las escaleras, mientras le escucho tararear aquella canción que me cantó, que, desde aquel día, es mi favorita.