Capítulo 34

175 12 58
                                    

Jaden Hossler

Mi teléfono suena por quinta vez en un minuto. Madison no para de llamarme, seguramente para pedirme que volvamos, pero uno no tropieza dos veces con la misma piedra.

— ¿Qué coño quieres? — acabo cogiendo la llamada, únicamente con el fin de conseguir que se calle.

— Hola amor — dice coqueta —. He pensado que podríamos vernos hoy.

— Y yo he pensado que te podrías ir un rato a la mierda — digo cortante —. Déjame en paz, Madison.

Cuelgo la llamada sin esperar su respuesta, lo único que quiero es que me deje vivir en paz, lo cual es muy difícil cuando tienes a una exnovia loca que no acepta que lo nuestro ya es historia.

Recibo un mensaje y rezo para que no sea de Madison. Suelto un suspiro de alivio cuando veo que es de Noah, quien me dice que tengo que estar a las cinco en el almacén. 

Hace una semana, Griffin y su grupito de idiotas se encargaron de matar a sangre fría a diez de nuestros agentes de seguridad.

Cada día tengo más ganas de partirle la columna en dos y rajarle el cuello sin ningún tipo de pudor, dejándole en el suelo bañándose en un charco de su propia sangre.


Blair

No paro de pensar en el pequeño Ian. Hoy tenemos nuestra cuarta sesión de terapia, y me muero de ganas de verle. Me está costando bastante conseguir que se abra conmigo, pero poco a poco y con mucho esfuerzo, conseguiré ganarme su confianza.

Voy hacia la cafetería del centro, ansiosa por tomarme un buen café cargado para despertarme un poco. El causante de que durmiese cinco escasas horas fue Jaden, quien decidió darme una sesión nocturna de sexo.

Saludo a Claudia y a Nate, mis compañeros del módulo 3, quienes charlan animadamente mientras desayunan. Me siento en una de las mesas del fondo a tomarme mi café y aprovecho para mirar el móvil y contestar mensajes, ya que luego tengo varias citas con pacientes.

— Hola — dice una voz varonil —. ¿Me puedo sentar contigo?

Mis ojos viajan al imponente cuerpo que se encuentra frente a mí. Viste un Versace color azul marino con una corbata azul pastel, la cual contrasta con el color del traje. Es Elijah. 

Tiene la barba perfectamente recortada y el pelo castaño peinado a la perfección. Huele a perfume caro y, como siempre, destila elegancia por cada poro de su piel.

— Sí, claro — digo algo nerviosa —. Siéntate.

— Muchas gracias — sonríe.

Dios mío de mi vida, sus dientes brillan más que mi futuro.

— ¿Qué tal estás? — pregunta con amabilidad —. ¿Te estás adaptando bien?

— Sí, la verdad es que estoy muy cómoda trabajando aquí — respondo —. Todos aquí sois como una gran familia y la verdad que estoy empezando a sentirme parte de ella.

— Me alegro muchísimo — sonríe.

Como siga sonriendo así, voy a tener que comprarme unas bragas nuevas, porque ahora mismo siento que tengo las cataratas del Niágara en la entrepierna.

Hablamos de la familia, de nuestros gustos, de nuestro futuro, e incluso intercambiamos distintas anécdotas.

Miro el reloj y me doy cuenta de que se me ha pasado el tiempo volando, ya que casi es la hora de mi sesión con Ian.

TWIST OF FATE (jaden hossler)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora