TWIST OF FATE (jaden hossler)

Capítulo 24

Griffin Johnson

Mi puño impacta contra la pared por cuarta vez, abriendo cada vez más la piel que cubre mis nudillos. Lo único que quiero en este momento es acabar con sus vidas, hacerles sufrir hasta que pidan clemencia.

Intentando controlar el mar de emociones que estoy sintiendo ahora mismo, cojo mi teléfono y llamo a Josh.

— Dime Griffin — dice Josh al otro lado de la línea.

— Todos en el almacén, ¡ahora! — grito lleno de ira.

— Oído — responde.

Cuelgo y estampo el teléfono contra la pared, haciendo que estalle en mil pedazos.

Subo al coche y piso al acelerador a fondo. Las ruedas chirrían y la velocidad aumenta con cada segundo que pasa, saltándome varios semáforos en rojo.

El sonido de las sirenas me ensordece y el coche de policía no tarda en hacerse presente, persiguiéndome a gran velocidad por la autopista.

Acelero aún más, si eso es posible y me meto por diferentes calles para intentar despistarlos y, aunque me cuesta un poco, al final lo consigo.

En pocos minutos llego al almacén, donde veo los coches de los chicos aparcados.

Abro la puerta con un golpe seco y la voz de Kio me corta antes de que empiece a dictar órdenes.

— Hey Griffin, buenas noticias — dice con un mapa en la mano —. Ya he averiguado la mejor forma de atacar a Beck.

Con todo lo de Blair y ese maldito guardaespaldas había olvidado por completo a ese idiota.

— Mi prioridad ahora no es Beck — los chicos me miran sorprendidos —. Quiero matar a Jaden Hossler.

— ¿Al guardaespaldas de Blair? — pregunta Anthony —. ¿Y eso por qué?

— Me ha engañado con él — respondo con odio.

— ¿Y? Tú también la has engañado — contesta Kio —. Y nada más y nada menos que con la novia de Beck.

Mi rabia aumenta y cojo a Kio por el cuello, quien lucha por conseguir un poco de oxígeno.

— Lo que yo haga no te importa una mierda, ¿entendido? — escupo y asiente —. Así que cierra la maldita boca.

Le suelto y comienza a tomar bocanadas de aire, respirando con dificultad.

— Os voy a decir algo — digo con tono amenazante —. Ni se os ocurra volver a meteros en mi vida, ¿de acuerdo? Lo que yo haga con ella es única y exclusivamente asunto mío.

Todos asienten sin rechistar.

— Pues dicho esto, abrid bien las putas orejas y escuchadme — dicto —. Voy a matar a ese idiota y vosotros me vais a ayudar.

— ¿Qué quieres que hagamos? — pregunta Josh.

— Anthony — llamo su atención —. Busca toda la información que puedas sobre él y me la traes.

Asiente y me giro hacia Kio, quien sigue respirando con cierta dificultad.

— Tú ocúpate de conseguir el GHB, lo necesitaremos — ordeno y miro a Josh —. En cuanto tengamos la dirección de su casa vamos a entrar a darle un pequeño adelanto.

Ahora, por si fuera poco, tenía que ocuparme de dos imbéciles, aunque juro que ambos acabarán tres metros bajo tierra.

Madison Lewis

Los niveles de ira de mi organismo alcanzan el 100% cuando veo cómo esa zorra entra a casa de Jaden con una maleta enorme y solo rezo porque no sea lo que estoy pensando. Solo quiero matarla, ahogarla con mis propias manos mientras su cara pierde el color y suplica por una mísera gota de oxígeno.