Capitulo 3

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Todos los caminos que llevan a Lauren Jauregui

Pov. Camila.

Tras terminar de desayunar, Alessandro y yo subimos al cuarto y me llevo conmigo el disco que Lauren me había prestado. Me doy cuenta de que él ha notado el objeto en mi mano, pero no dice nada hasta llegar al dormitorio.

- ¿Qué disco es ese, mi amor?- indaga, curioso

-Es de una artista brasileña, con mucho talento, que, por coincidencia, también se llama Camila - digo, pues aún tengo dudas de cómo se pronuncia su primer nombre -Tu hermana lo estaba escuchando en la biblioteca antes y quedé encantada. Entonces, se lo he pedido prestado para conocer mejor su trabajo- explico, sonriendo, recordando la conversación que había tenido con Lauren hacía unos instantes.

- Muy conveniente por parte de Lorenzo estar escuchando justamente el disco de una cantante que se llama como tú. Parece una artimaña para entablar conversación contigo- dice, enfadado

- Ella estaba escuchando el disco de otra cantante, también brasileña, y fui yo quien se interesó por escuchar algo más de cantantes de esta nacionalidad, pues ya sabes que tengo simpatías por ese país- digo, ocultando algunos detalles para no darle más pábulo a su desconfiada mente

- Ah, ¿Todavía está él con esa fijación por Brasil? Pensé que ya se había sobrepuesto de la patada en el culo que le dio la sensata brasileña que lo rechazó?- dijo, sarcástico

-¿No te cansas de ser cruel con tu propia hermana?- cuestionó, exasperada

- No estoy siendo cruel, ¡es solo la realidad de los hechos! Fue a Brasil lleno de esperanzas, creyendo que había conocido a otra pervertida, como esa Natalie, que aceptaría salir con un travesti- subraya, cínicamente, y eso es la gota que colma mi vaso

- ¡Ya basta Alessandro!- digo, en un tono de voz alterado -Creo que ya he escuchado la cota que podía soportar de prejuicios y falta de respeto venidos de ti sobre Lauren - prosigo, airada -O comienzas a tratarla con la consideración y dignidad que ella merece, o hoy mismo regreso a Nueva York y nuestra relación termina aquí- concluyo, guardando el disco en mi maleta y pasándome las manos nerviosamente por el pelo

-¿Vas a terminar conmigo por causa de ella?- pregunta, usando, por primera vez, desde que habíamos llegado, el pronombre femenino para referirse a la hermana y noto inseguridad y preocupación en su voz.

-¡No, Alessandro! ¡Si realmente fuera a terminar contigo, sería porque estoy descubriendo lo reaccionario y hasta inhumano que eres!- afirmo, gesticulando con las manos -Porque el hecho de que tu hermana sea transexual no te da derecho, ni a ti ni a nadie, de tratarla de esa forma vil y grosera, por no decir estúpida e ignorante. Tú, como hermano, deberías entenderla y apoyarla, pues ya existe una sociedad opresora y castradora que la juzgará- termino, encarándolo severamente

- ¡Tú no lo entiendes! Para mí es muy complicado asimilar que una persona que viste ropas femeninas, se pone pechos, tiene largos cabellos Pelinegros, al contrario de lo que podría esperarse, conserve el pene- responde en un tono más suave- Si ella se ve como mujer, ¿por qué no quiere hacer el cambio total de sexo? Eso, para mí, es lo que caracteriza la perversión- finaliza

- ¡Quien no entiende eres tú! Los motivos que tu hermana tiene para ser como es solo le incumben a ella. Eso forma parte de la impenetrable intimidad del ser humano y define la identidad de Lauren - subrayo de forma elocuente Él se queda mirándome en silencio por un momento, como si estuviera reflexionando sobre lo que yo acababa de decir

La historia de Lauren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora