Capitulo 12

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El pedido de Lauren Jauregui


POV. Camila

Me he despertado hace unos minutos y me he sorprendido al ver que Lauren no estaba a mi lado. Me he quedado un rato más en la cama repasando mentalmente los momentos que vivimos anoche. Un ruido venido de fuera del cuarto llama mi atención e imagino que Lauren debe estar en la cocina preparando nuestro desayuno, o por lo menos el mío. Sonrío y cubro mi desnudez con una sábana. Rápidamente salgo del cuarto, siguiendo el sonido. Cuando paso por la sala, me encuentro a Lauren vestida con los pantalones que llevaba anoche y, aparentemente, buscando algo detrás del sofá.

Al verla así, pregunto

-¿Qué está haciendo, señorita Jauregui?- uso un tono de broma y me doy cuenta de que ella se asusta.

-Estoy buscando mi blusa, que debe haberse caído por aquí anoche- la Ojiverde responde seria y lacónica.

-¿Acaso estabas pensando marcharte sin decirme nada?- pregunto, frunciendo el ceño, costándome creer que de verdad estaba intentando hacer eso.

-No quiero interponerme en tus planes para el resto del día. Puedes estar esperando a alguien o puedes tener alguna cita marcada- Jaurengui dice sin mirarme y la ironía en sus palabras me hiere profundamente.

- Lauren, ¿toda esta escenita es porque te encontraste a Shawn aquí? Él solo estaba...- intento explicar, pero soy interrumpida por ella.

-No me debes explicaciones, Camila. A fin de cuentas, solo soy una de tus cobayas. O mejor, lo he sido, porque no me interesa participar en experimento alguno- replica, irritada.

En ese instante, me doy cuenta de que ha encontrado la blusa y apresuradamente se la pone, mientras camina hacia la puerta, sin embargo, soy más rápida que ella y corro, colocándome entre ella y la salida.

-¿Piensas que te voy a dejar salir así, sin darme mayores explicaciones? ¿Qué te imaginas que soy, Lauren, una prostituta?- pregunto, furiosa- Es más, ¿debería volver al cuarto para ver si me has dejado dinero en la mesilla?- concluyo, irónica.

-¡Camila, deja que me vaya!- pide, sin mirarme.

-¡No!- respondo, incisiva –Solo hay tres maneras de que salgas de aquí: saltando por la ventana, arrancándome la llave de las manos con violencia o calmándote y conversando conmigo sobre toda esa historia de cobaya y experimento, porque no estoy entendiendo nada- digo, seria- Así que, ¿cuál eliges?.

Me mira con rabia y se acerca aún más, intentando intimidarme con su altura, usando su cuerpo para acorralarme contra la puerta. Está tan cerca de mí que siento su respiración entrecortada contra la piel de mi rostro.

-¡Dame la llave!- dice, extendiendo la mano abierta y contrayendo la mandíbula, evidenciando su furia.

-¡No creas que tu tamaño va a amedrentarme!- enfatizo, atrevida –Sé que no tienes valor para pegarme. Pero ya que tampoco eres capaz de escoger la opción correcta, lo haré por ti- digo, levantando la mano y acariciando su bello rostro.

Ella se estremece y cierra los ojos y, por un momento, parece olvidar la rabia, como si estuviera aprovechando el contacto de mis dedos en su piel. Sin embargo, al abrirlos de nuevo, da unos pasos hacia atrás, distanciándose de mí y, en silencio, se dirige al sofá. En ese instante, me parece una niña rebelde que ha sido castigada. Me siento a su lado y me quedo mirándola, mientras sus ojos están fijos en el suelo.

- Camila...respóndeme francamente: ¿por qué decidiste comenzar algo conmigo?- murmura y observo que sus labios están temblando.

Agarro su mentón y giro su cara hacia mí

La historia de Lauren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora