El toque suave de Lauren Jauregui
Pov. Camila
Si el primer beso fue tierno, este es caliente y ávido. Nuestros labios se rozan entreabiertos y ella responde agarrándome por la nuca. Al mismo tiempo, su otra mano está abierta en la parte baja de mi espalda. Mis dedos acarician su rostro, deslizándose por la mejilla y agarrando sus suaves y dorados mechones. El aliento de ella es cálido y embriagador. Entro en su boca y mi lengua toca la suya por primera vez. Ella jadea, a causa de mi atrevido gesto, y aprovecho para intensificar aún más el contacto de nuestros mojados labios. Lauren me empuja suavemente hasta apoyarme contra la mesa, y a medida que mi lengua desliza sobre la de ella, experimentando y explorando cada recóndito lugar de su boca, siento que me abraza aún más fuerte y su respiración se vuelve más pesada, tan arrítmica como la mía.
Decido provocarla aún más y comienzo a mordisquear y chupar su labio inferior, entre beso y beso, descendiendo mis manos hasta el vuelto de su suéter, colocándolas bajo el tejido suave y húmedo, sintiendo la firme piel de su abdomen, arañándola levemente con mis uñas. Gime, enrollando sus dedos en mi cabello y tira de mí más hacia ella. Nuestros cuerpos están tan pegados que ni un suspiro pasaría entre ellos. Y es cuando siento la rigidez de su excitación sobre el tejido de montar que uso. Se aparta de mí, avergonzada, dejándome atónita. Coloca sus manos en la parte baja de su vientre, intentando ocultar lo que mis caricias y los besos dados habían provocado en ella. Su respiración está alterada y la piel de su rostro extremadamente enrojecida, a pesar del frío que debe estar sintiendo por la ropa mojada.
Hago un movimiento en su dirección, pero ella se aparta y, sorprendentemente, sale de la cabaña. Cuando llego a la puerta, la veo ya distante, montada en Xena, marchándose, dejándome allí sola y me asombro ante su inexplicable actitud. Creo que ya hace más de media hora que Lauren me dejó sola y me estoy empezando a preocupar, pues la lluvia no pasa y, probablemente, tardaré en encontrar el rancho cuando escampe. Aún estoy intrigada con su actitud. No imaginaba que después de los intensos besos intercambiados, Lauren me fuera a abandonar aquí sin decir nada. Pensando en eso, escucho el trote de un caballo acercándose a la pequeña casa donde estoy. Sonrío, suponiendo que decidió regresar a buscarme. Abro la puerta, pero, enseguida me doy cuenta de que, en realidad, quien está parado frente a la cabaña es Alessandro, montado en un caballo blanco. Y no logro evitar sentir un pinchazo de decepción.
- Lauren me dijo que te habías caído del caballo y necesitabas ayuda para volver a la casa principal- explica, bajando de la silla y viniendo hacia mí, con aire preocupado –Pero, veo que ha exagerado un poco- dice, cambiando de un semblante preocupado a uno desconfiado, al verme de cerca.
Cogida de sorpresa, pues no esperaba que la Pelinegra mandara a su hermano a rescatarme, digo lo primero que se me ocurre.
-Le dije que no era nada, pero se quedó preocupada, ya que no podríamos saber si hay algún daño interno a causa de la caída, y como tampoco sabíamos cuánto tiempo íbamos estar aquí por culpa de la lluvia, ella creyó mejor llamar al médico para ver cómo estoy- digo, avanzando hacia el frente, fingiendo cojear, para dar más credibilidad a mi mentira.
Alessandro aparenta tragarse el anzuelo. Viene hasta donde estoy, me coge en brazos y me sienta en la silla de montar con cuidado y enseguida sube él. Como la lluvia ya caía más fina, echamos a andar hacia el rancho.
Cuando llegamos frente a la casa, el temporal ya había pasado completamente. Alessandro me ayuda a bajar del caballo, mientras continúo con el fingimiento. Entra conmigo en brazos, y me deposita suavemente en el gran sofá que hay en la sala y enseguida veo a Clara, Ruby y Michael acercarse, preguntando por lo sucedido, mostrándose aprensivos. Chris y Ally se acercan y yo me avergüenzo por tener que seguir con el teatro, mientras ellos se muestran tan preocupados con mi bienestar. Incluso Clara comienza a dar órdenes a los demás, instruyéndolos para que trajeran almohadas, cogieran hielo para ponerme en la pierna, impidiendo que se hinchara, y ordenando a mi novio que fuera a buscar su maletín para hacer una comprobación más minuciosa de mi estado.
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La historia de Lauren
FanficEl fic es en portugués y sus autoras son las mismas que Paradojas de sentimientos, es decir, Luna y Dri Azevedo, y se titula La historia de Emma Swan Sinopsis: Camila Cabello, psicóloga, sale con el joven médico Alessandro Jauregui desde hace más d...