Capitulo 17

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¡Feliz Año Nuevo, Lauren Jaurengui!


POV. Camila

Hace media hora que estoy en la sala de espera, esperando a que Lauren llegue. El vaivén de los pasajeros, que abarrotan el aeropuerto en este último día del año y la fuerte nevada que cae hoy sobre Nueva York, aumentan mi impaciencia y ansiedad.

Cuando miro de nuevo al panel, finalmente veo el aviso de que el avión en el que viene Lauren acaba de aterrizar. Me siento aliviada y la espero sentada. Algunos minutos después, la veo acercarse, mirando el móvil sujetado en su mano izquierda, arrastrando la maleta con la otra. Está tan distraída que no se da cuenta de mi presencia en la sala de desembarque, obviamente porque tampoco le dije que vendría a buscarla.

-¡Lauren Jaurengui, tenemos que revisar su equipaje de nuevo!- digo, con voz engolada, agarrando su mano. Ella se gira rápidamente, pero, en una fracción de segundo, su expresión asustada adquiere un aire de sorpresa y, de repente, aquella sonrisa hermosa que me encantan surge en sus labios.

-Realmente la seguridad en los aeropuertos de Estados Unidos tiene que ser mejorada...Pues no tiene sentido una revisión después de desembarcar - responde, bromista, abrazándome

Sonrío ante su comentario y le pregunto

-¿Qué tal el viaje, mi amor? ¿Alguna turbulencia? - recordando que ella siente algo de miedo a viajar en avión.

-¡Sí! Pero las azafatas se portaron muy bien conmigo. Siempre que me ponía tensa o empalidecía con cada sacudida del avión, una venía y agarraba mi mano, diciéndome que todo estaba bien- dice, con expresión picarona en el rostro.

-Muy graciosa tú, Lauren Jaurengui...¡Si hubiera estado yo ahí, esas azafatas correrían un gran riesgo de no volver a pisar tierra otra vez!

-Te pones aún más hermosa cuando muestras ese lado violento y sanguinario, y eso me provoca pensamientos nada puros que escandalizarían a nuestra conservadora sociedad- afirma, llena de segundas intenciones

Cuando intenta besarme, esquivo su rostro, poniendo morritos, y ella agarra mi nuca, prendiéndome con el otro brazo contra su cuerpo. Sus labios finalmente aprisionan los míos y me agarro al cuello de ella, adorando ese contacto que me quita el aliento.

Antes de que nuestro beso se convierta en un atentado contra el pudor, Lauren se aparta, aunque sigue abrazándome, y comenta.

-¡Menos mal que aún faltan algunas horas para ir a la fiesta en casa de tus padres! Hasta ese momento, podemos recuperar el tiempo perdido, ¿no?-pregunta, con ojos maliciosos y ya tengo una leve sospecha de cómo vamos a aprovechar el tiempo.

-¡Pues no sé que estamos haciendo aún aquí!- murmuro, mirándola Ella coge mi mano y salimos a paso largo hacia el aparcamiento.

Horas después, el taxi estaciona cerca de la mansión Cabello, en Long Island. Bajo del vehículo y miro hacia la isla de Manhattan. Observo los fuegos artificiales estallando en el cielo y es que probablemente la fiesta de fin de año ya ha dado comienzo en Times Square.

Al girarme, Lauren ya está detrás de mí y ya no veo al taxi.

-¿Nerviosa?- pregunto

-¡Un poco!- admite

-¡Estás muy guapa!- digo, admirando su look: pantalones negro y blusa del mismo color, sin mangas, que dejan su espalda parcialmente expuesta. Yo, en cambio, he optado por un vestido blanco, cinto y accesorios plateados.

Lauren teje elogios hacia mi elegancia, afirmando que tuvo que esmerarse en su look, pues iba a acompañar a la mujer más hermosa de la fiesta. Sonrío ante sus galanteos y enlazo mis dedos a los de ella, notando lo frío que están a causa del nerviosismo que debe estar sintiendo. Antes de identificarme a uno de los guardias de seguridad que estaban vigilando la entrada, escuchamos a los mariachis cantando Cielito lindo y ella comenta.

La historia de Lauren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora