Capítulo 3 El banquete

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Kenma arribó donde Hashirama Senju curaba la herida en la pierna de su preciosa hija por pisar una trampa de oso

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Kenma arribó donde Hashirama Senju curaba la herida en la pierna de su preciosa hija por pisar una trampa de oso. Miedo mostraba ante el ninja conocido por hacer temblar el suelo y su monstruoso Kekkei Genkai elemento Madera. No mencionó palabras, pero pronto mostró una reverencia como si fuera alguien importante. Extrañamente esperaba aires de grandeza por parte de Hashirama, sin embargo, saludó cordialmente. «¿Se conocen?» pensó Sayuri a medida se aproximaba a su tío para explicar lo que pasaba. Sin embargo, Kenma estaba demasiado impresionado por el Ninjutsu médico del Senju, que no prestó atención a su sobrina. La profunda herida comenzaba a sanar con rapidez frente a sus narices.

—No sé cómo agradecer por lo que hiciste por mi hija —dijo Kenma.

Hashirama no tardó en explicar lo que sucedió cuando se encontró con su hija. El líder del clan gitano se sintió tranquilo por la forma de expresarse del monstruosamente poderoso líder del clan Senju. Asimismo, Sayuri le costaba creer que un miembro de tan poderoso clan fuera bueno con ellos. Conforme el moreno explicaba los cuidados que Tsunami necesitaría por los próximos días, su amigable mirada desviaba sobre la morena camuflada, claro que esto incomodó y molestó a Sayuri. Sin embargo, no puede torcer la boca o reclamar por qué la miraba, se concentró en su prima y prestó su pierna como almohada.

—Eres una estúpida... Ojalá tu madre te de un estirón de orejas por salir de la cueva —susurró la kunoichi para que Tsunami escuchará.

La bella gitana elevó ligeramente la comisura de sus labios y regresó el susurró:

—No lo soy, pues acabo de encontrar a mi príncipe —esbozó una sonrisa socarrona.

Los ojos ámbar extendieron tras escuchar las incoherencias de la prima que le hizo atravesar un mal momento y ni así deja de pensar en los hombres. Negó con la cabeza como diciendo «no tienes remedio». Deliberadamente desvió la mirada hacia Hashirama y su tío, encontrando los ojos marrones del Senju puestos en ellas.

«¿Leyó nuestros labios? ¡Diablos, pensará que esto fue un estupido plan de las dos de lo urgida que estamos por encontrar esposo!», regresó nuevamente con Tsunami con el ceño fruncido.

No obstante, la mirada de Hashirama cambió en segundos al sentir a sus hombres a punto de aparecer. Supuso que la presencia de más Senju asustará a los miembro del clan gitano y se irían de inmediato. Había escuchado sobre ellos, no cosas buenas, sino que se dedicaban a robar, viajar sin rumbo alguno, hechicería, estafar, y que lentamente iban desapareciendo.

Sayuri mentiría si decía que no sintió miedo al ver a más ninjas Senju aparecer detrás de Hashirama. Temía por los suyos. No eran nada a un lado del clan Senju. De hecho no los trataron inferiores a ellos, saludaron pacíficamente y se mantuvieron alejados sin tocar las empuñaduras de sus espadas, así de seguros estaban que los gitanos no atacarían.

Pétalos De Sangre (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora