Madara reconoció a Sayuri cuando Hashirama se la presentó, pero no mencionó nada al respecto porque había escuchado que sentía atracción por la gitana. Pasaron los días y tampoco vio que ella quisiera hacerle saber que lo recordaba por haberla salvado de terminar violada por un cerdo asqueroso. Madara supuso que quizá era porque sentía vergüenza por cómo se conocieron por ello actuaba como la primera vez que lo ve. Ahora que iba con dirección a encontrarse con Hashirama tuvo el valor de hacerle saber que la recordaba. ¿Por qué lo hizo? Ni Madara sabía la respuesta, solamente fue a ella mientras estaba entretenida a punto de tomar una rosa roja.—Me dejé llevar por mis impulsos, se necesita guantes para hacerlo de la manera correcta —respondió Sayuri, encogiendo el brazo que usó para tomar el tallo de la rosa. Sus ojos de color ámbar lo ven fijamente.
—De hecho las rosas no tienen espinas, sino aguijones —explicó borrando la media sonrisa.
—Interesante, lo que uno puede aprender de otros.
Sayuri estaba confundida porque supuestamente, el líder del clan Uchiha, era indiferente con aquellos fuera de su linaje. Claro estaba que solo han cambiando unas cuantas palabras para saber con certeza la naturaleza del shinobi con aspecto rígido y cabellera larga azabache cuyo clan tiene ganando una reputación de temer por ser descendientes directos de Hagoromo Ōtsutsuki, y poseer el Kekkei Genkai que a causado muchas masacres en el campo de batalla.
Con una suave sonrisa guardó aquel nerviosismo que comenzaba a crecer dentro de ella. Quiere preguntar directamente si la recuerda, ya que no hay otra razón para que sepa sobre su admiración por las rosas blancas. No recuerda haberlo comentado a alguien más que no fuera la anciana hechicera, para que Madara sepa ese detalle tiene que haberlo escuchado de alguien. Obviamente debía seguir la conversación o cortarla antes de preguntar torpemente sobre aquella ocasión. Sin embargo, recordó una cosa, quizás corrió la voz sobre el haori y por ello Hashirama cambió.
A punto de hacer la pregunta que tanto esperó hacer, la Yamanaka regresó con Sayuri preguntando si necesitaba ayuda. Tras contestar que se llevaría la rosa roja y otras plantas, al volver hacia el líder, este no estaba más. Aquellos ámbar viajaron de un lado a otro en busca de Madara con la pena de no volver a encontrarlo.
Devuelta a la área de los gitanos con la maceta entre sus brazos, repasó una y otra vez aquella pequeña charla. No vio hostilidad en los ojos de ese hombre, simplemente actuó normal como la madrugada que él creyó en ella. Iba concentrada en sus pensamientos que no tuvo precaución al cruzar la calle topando con el hombro de una persona. Cuando impactó cerró los ojos, al abrirlos se encontró nuevamente con Madara con el ceño fruncido, haciendo que sienta un poco de miedo.
—¡Oh, lo siento, no me fijé! —se disculpó con una inclinación de cabeza. La rosa roja estuvo por dañarse entre ella y él.
Madara no iba solo, lo acompañaba un ninja del mismo clan. Ambos hombres notaron a la gitana demasiado nerviosa con su mancha en la mejilla izquierda.
—Pues deberías. Hay personas que portan armas, las cuales pueden provocar heridas mortales — formuló el otro hombre Uchiha.
—Sí tiene razón. No volverá a suceder —le dio la razón en voz baja.
Sayuri notó la seriedad de Madara. Ambos hombres continuaron avanzando mientras Sayuri miraba de reojo. Aquella simple charla que significó mucho para ella se volvió a nada. No obstante, uno de los Uchiha se detuvo y volteó hacia la gitana.
—No vayas por ese camino, vienen más shinobis. Ve a tu izquierda y camina dos cuadras y cruza el pequeño bosque —fue Madara quien dio instrucciones.
ESTÁS LEYENDO
Pétalos De Sangre (Completa)
Fanfic-Muchas veces le dije a Hashirama: «No des falsas esperanzas en donde no las hay». Y muchas veces te dije a ti: «La realidad está hecha de dolor, sufrimiento y vacío...». Ahora mírate, quebrantada por amar a la persona equivocada... ¿Qué harás ahora...