Capítulo 26 Sumisa

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—Madara... —el lord de la aldea lo nombró—, pido que esto no vuelva a suceder. Todos pensaron que abandonaste la aldea, pero yo estaba seguro que no era así. Puede que tengas pensamientos diferentes a los nuestros, pero te necesito aquí. Ahora que ha sido confirmado que se han fundado otras aldeas ninjas en otros países todos quieren algo... Sabes de lo que hablo, de las bestias con cola, debemos mantenernos más unidos que nunca.

—Te haré una pregunta y debes responder sin mentir. ¿Por qué me buscaste? Te escuché decir que estabas seguro que no abandoné la aldea.

Madara se encontraba de espaldas observando desde la ventana de la oficina del Hokage los avances de la aldea que se daban rápido. Hashirama vestido de Hokage fue en busca del Uchiha tras escuchar sobre su misteriosa ausencia. Tobirama intentó presuadirlo que no fuera tras Madara, pero hizo caso omiso. Últimamente a dado a entender que algo le molesta, ese algo se debe a la traición de su clan. Hashirama desea arreglar el problema, pero si interviene más de la cuenta el Uchiha pensara que vuelve a meterse en sus asuntos. Darle a Madara una tarea de suma importancia lo distraera y le dará el respeto de los demás clanes y hasta del suyo. Hashirama suspiro profundo antes de responder a la pregunta de Madara.

—Porque quería pedirte personalmente que te encargarás de ubicar a las bestias. Tienen que ser selladas antes que comience otra guerra. Pídeme todo lo que vas a necesitar, ninjas de élite, herramientas, dinero y otras cosas, que te sirvan para esta importante misión para la aldea de Konohagakure.

—Lo haré si no vuelves a ir tras mí. Pensarán otras cosas, sabes a qué me refiero, que te gustan los hombres.

—¡Qué, no, cómo puedes pensar eso! —Hashirama se alteró dejando su asiento.

—Lo que sea. Sobre los ninjas élites, llevaré a mi equipo. Mañana envío lo que voy a necesitar. Me largo y no me sigas.

Madara se dio la vuelta y alzó una mano con el sello del carnero para desaparecer usando el Shunshin no Jutsu, no obstante, Hashirama lo detuvo al decir.

—No lleves a Sayuri, es una misión arriesgada. Te sugiero que lleves ninjas élites capacitados para enfrentarse a la furia de las bestias con cola.

—Hashirama... —Volteó a verle. —Quieres que vaya por esas bolas de chakra y encima pides que lleve a los ninjas que crees que son la mejor opción. Haré este a mi manera, si no te gusta envía al bastardo de Tobirama.

—Madara, no te pongas de este modo. Yo solo quiero protegerla.

—Y sigues con lo mismo... —chasqueó la lengua —. Sayuri debe enfrentar el mundo shinobi a todo color. Yo me encargo de devolverla a la aldea convertida en una verdadera kunoichi. ¡No te metas más con mi equipo!

—Pero si no regresa... Tendrás que darme una explicación para no matarte.

Una sorna sonrisa apreció en el semblante del Uchiha tras escuchar la amenaza del Senju. Para Madara, Hashirama se mostraba territorial de una manera discreta. Celoso o simplemente capricho.

—¿Qué pasó con la visita de los dos Uzumaki? Supe que estuvieron aquí hace unos días, aún no me los has comentado.

Hashirama se tranquilizó. Discutir con Madara después de irse sin avisar podía arrastrarlo a perder la paciencia. Faltaban días para convencer a Sayuri de no formar parte de una misión demasiado arriesgada. No cualquier puede enfrentarse la furia de las grandes bestias con cola.

—Uzumaki Ashina, a pedido escoltas que ayuden a llegar con los miembros que restan de su clan a la nuestra aldea. Tobirama y su equipo, tienen la tarea de ir por ellos y traerlos a todos vivos. Partirán pasado mañana.

Pétalos De Sangre (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora