Capítulo 37

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Jessica

Ambos optamos por ver un poco de televisión, Aiden escoge una película que recién empieza en la televisión, es una comedia romántica y me acurruco a su lado mientras la vemos. Aiden me ofrece un pijama nuevo para la noche cuando los dos vamos a su habitación para acostarnos, cuando salgo del baño con el pijama puesta, Aiden ya se ha cambiado y retirado las colchas sobre la cama para costarnos, con una pequeña sonrisa me acuesto al otro lado de la cama y Aiden hace lo mismo, el televisor está encendido y apenas es audible, las luces también están apagadas y la iluminación se transmite el televisor, me provoca un poco de sueño. Ha sido un día largo.

—Ha sido un día largo, pero he pasado una buena noche —cuenta Aiden, mientras se acomoda en su lado de la cama para poder verme, hago lo mismo, dispuesta a mantener una pequeña conversación.

—También yo, ha sido una buena distracción —murmuro para ambos, Aiden posa una diminuta sonrisa, puedo ver que está un poco cansado.

—Ha sido un día largo —murmura con un bostezo que se escapa sin querer, una risita sale de mí por lo tierno que resulta Aiden somnoliento.

—¿Has estado ocupado últimamente?

—Bastante —confiesa con una pequeña mueca—. Creo que hoy ha sido el único día que he tenido oportunidad de hacer algo relajante.

—Lamento oír eso.

Hay una mueca en su boca.

—Tranquila, créeme que pasar la tarde aquí contigo ha sido fabuloso, ha sido un buen descanso. —Otro bostezo se escapa de él—. Vaya, creo que me quedaré dormido más pronto de lo que pensé.

—Seguro que sí, ¿estás muy cansado?

Con mi pregunta, Aiden deja caer un suspiro pesado y se tumba bocarriba mirando al techo por unos segundos, me quedo observándolo, el perfil de Aiden es precioso, en realidad, su rostro es hermoso, creo que el encanto debe de ser de familia porque sus hermanos a pesar de lo jóvenes que son también son atractivos y ni hablar de sus padres, la reina era hermosa y el rey bastante guapo como Aiden, es impresionante la similitud entre él y su padre, es como si pronto fueras a ver gobernar al rey Archer de nuevo, salvo que una versión mucho más joven que él.

—En parte sí, pero no quiero irme a dormir ahora —dice después de un tiempo, el tono de su voz a cambiado, es mucho más serio que antes y observando bien su perfil, lo encuentro algo afligido, me acerco más a él y Aiden me acepta sonríe cuando me acurruco junto a él, coloco mis brazos sobre su pecho y mi barbilla sobre mis manos para mirarle.

—¿Qué pasa? —le pregunto, los ojos de Aiden me miran por unos largos segundos hasta que se anima a contar qué sucede.

—Es mi tío Edward —dice con una gran mueca, al escuchar el nombre de él, es inevitable que mi cuerpo no se tense—. Presiento que algo no está bien con él.

—¿Cómo qué?

Pregunto. No puedo evitar que haya cierta preocupación en mí, ¿será que Edward también haya tenido alguna conversación seria con Aiden? Es difícil de pensar que esto sea cierto.

—No sé explicarlo —dice con cierta frustración en él—. Edward es... A veces siento que oculta algo malo, no tengo idea de qué, pero lo que sea que esté oculta presiento que tiene que ver con mis hermanos y conmigo.

—¿Estás seguro de ello? —Los ojos de Aiden me miran con intensidad antes de asentir y quitar un mechón de cabello de mi rostro.

—Creo que es una corazonada.

—Una corazonada —digo más para mí misma que para él y Aiden asiente.

—Quizá suene absurdo, pero estoy seguro de que oculta algo —vuelve a insistir en el tema—. A veces lo veo muy sospechoso y no tengo idea de por qué y cada que intento hablar con él, tratar de descifrarle es como si las cosas se empeñaran a salir mal que es imposible que pueda tener un momento a solas.

El Príncipe IdealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora