Capítulo 5

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Jessica

Mis días siguen y vuelvo a mi habitual rutina de asistir a la universidad y al hospital, no vuelvo a encontrarme con el príncipe, ni siquiera en la universidad, cosa que no me sorprende de lo más mínimo, a pesar de que una parte interna de mí quiere volver a encontrarse con él y se niega a olvidar el hecho de que ha estado en mi dormitorio y no ha sido un sueño. Por otro lado, las horas en el hospital son suficientes para que luego me olvide del tema y deje al príncipe en paz.

—No deberíamos salir en miércoles por la noche, es una pésima idea.

Nos dice Ella, pues las chicas han estado haciendo planes para salir por la noche. Doy un pequeño asentimiento dejando saber que estoy de acuerdo con Ella, Ana bufa.

—Vamos, hay que divertirnos —protesta con enfado, la chica nunca tiene fin cuando se trata de divertirse—. Cuando comencemos a trabajar oficialmente, les aseguro que estarán arrepintiéndose de no haber asistido a cada fiesta de la universidad y haber desperdiciado su tiempo en los dormitorios estudiando.

Dice esto último más para mí misma, pues estoy sobre la cama de Ella leyendo uno de nuestros libros de estudio, a veces me pregunto cómo es que la castaña aguanta compartir dormitorio con Ana porque hay días en los que es insoportable.

—Y tú lamentarás no conocer cada uno de los términos médicos cuando alguien te llegue a preguntar por ellos.

Le dice Ella, convencida de sus palabras, Ana vuelve a bufar.

—No serán necesarios todo el tiempo —contesta, rodando los ojos.

—¿Qué es Aféresis? —le pregunto, ganándome una mirada seria de su parte, le doy una sonrisa que le permite ver mis dientes.

— Técnica que permite separar y recoger los diferentes componentes de la sangre.

—¿ATG?

— Globulina antitimocítica.

—¿CMV?

—Citomegalovirus.

—¿Puedes darme una mejor definición de la palabra?

—Estás de broma, ¿verdad? —se queja, fulminándome con la mirada. Ana es bastante inteligente, no le cuesta estudiar tanto, a diferencia de Ella y mía—. Ugh, ustedes dos son aburridas.

Ella y yo reímos al unisón por la expresión de Ana.

***

Al final como es de esperarse que Ana se salga con la suya, nos encontramos entrando a un pequeño bar local cerca de la universidad, nada ostentoso, más bien casual, no hay muchas mesas y la mayoría están ocupadas por estudiantes, pues es más como el punto de reunión de los estudiantes de Oxford para venir a tomar una cerveza con amigos en un día ajetreado por las clases. Hay un poco de música de fondo, Ella se aleja de nosotras y va hacia la barra para pedir tres bebidas, Ana y yo buscamos una mesa disponible para nosotras, Ella aparece minutos después con las tres bebidas.

—¿Lo ven? ¡Está casi lleno! —nos deja saber Ana—. Y ustedes que no querían salir.

—En nuestra defensa, somos chicas aplicadas que mantenemos un buen promedio por mantenernos alejadas de las fiestas entre semana.

Nos defiende Ella y yo asiento para afirmar su comentario, Ana bufa, tomando su cerveza para beber.

—Cambiando de tema, ¿se enteraron de lo que sucedió en el hospital?

Inquiere, haciendo que le dé una mirada por encima de mi cerveza.

—¿Qué sucedió?

Pregunto, su sonrisa se ensancha.

El Príncipe IdealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora