Capítulo 43

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Aiden

No tengo oportunidad de ver a la reina por los siguientes dos días, ya que su viaje se ha alargado y mi agenda es sumamente ocupada, ya que debo de responsabilizarme de las actividades reales a las que la reina no puede asistir. Mi enojo ha pasado y solo espero disculparme con mi abuela, lo único que he sabido sobre ella, es las órdenes que ha dejado con su asistente y sé que está evadiéndome porque se niega a responder mis llamadas.

Resignado a que tendré que esperar a que esté de vuelta en el país con ella, suelto un suspiro y me guardo el celular en los bolsillos de mi pantalón antes de salir del auto e ir a los dormitorios para visitar a Jessica, no he tenido oportunidad de hablar con ella, ya que he estado ocupado estos últimos días, no he tenido oportunidad de venir a la universidad gracias a todas esas reuniones e inauguraciones.

Cuando llamo a su puerta, Jessica abre minutos después con una sonrisa en la boca y se lanza a mis brazos para rodearme el cuello con sus brazos, aferro mis manos a su cintura y la alzo en el aire, provocando un grito de sorpresa de su parte y una risita baja de mí.

—Hola —murmura entre mis brazos, su nariz rosa con la mía y vuelve a provocarme una risita baja—. Te extrañé.

Le robo un pequeño beso.

—También yo te extrañé.

La coloco en el suelo para poder besarla de nuevo, Jessica continúa rodeando mi cuello con sus brazos y la atraigo más a mí para profundizar nuestro beso.

—He estado ocupado más de lo usual, pero hoy he tenido la tarde libre y aproveché para verte —le cuento cuando nos apartamos para entrar al dormitorio. Cierro la puerta detrás de mí y la acompaño hasta la cocina.

—Me alegro de que hayas venido, ¿quieres cenar? He preparado espagueti para la cena.

Ofrece y asiento, no he tenido oportunidad de comer en el palacio y lo cierto es que tengo hambre. Jessica se mueve por la cocina para sacar dos platos de la alacena y le ayudo a colocar la mesa, sirviendo jugo en los vasos y sacando utensilios.

—¿Qué tal han ido tus clases? —le pregunto para hacer un tema de conversación en vez de dejar que nos inunde un silencio a los dos.

—Han estado un poco relajadas, mis jornadas en el hospital han disminuido un poco —cuenta mientras comemos, doy un breve asentimiento—. ¿Qué hay sobre tus deberes?

Desde que la conozco, puedo ver que el interés que tengo por ella es mutuo y me agrada, sin embargo, siempre percibo ese nerviosismo en ella cuando pregunta cualquier tema que tenga que ver con la realeza, es allí donde me doy cuenta de que Jessica no está interesada en mi título sino en mí, y eso es una de las tantas cosas que me gustan de ella, es sincera y para nada interesada en el hecho de que sea un miembro de la realeza, ella prefiere hablar sobre temas triviales que no tengan que ver con la corona.

—No han ido tan mal, aunque han sido el doble de deberes que los de costumbre, mi abuela está de viaje y me ha dejado a mí a cargo de sus deberes.

—Vaya, es una responsabilidad muy grande.

—En parte lo es, pero debo de acostumbrarme a ello. —Hago una pausa y bajo la mirada hacia mi plato ya casi terminado—. Cada vez falta menos para la coronación.

Este es un tema que he estado evadiendo desde que inició el año, quiero tener tiempo de disfrutar los pocos meses que me quedan, terminaré la universidad en mayo, exactamente en tres meses y aunque las vacaciones de la universidad se han pasado volando, siento que todo ese tiempo realmente no he hecho mucho para disfrutar mi vida, mis vacaciones consistieron más en pasar estudiando leyes, comenzar a asistir al doble de reuniones, inauguraciones y otras actividades reales, con trabajo, he podido pasar tiempo con mis hermanos.

El Príncipe IdealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora