El Príncipe Ideal

Capítulo 29

Jessica

La semana termina y Aiden y yo apenas tenemos tiempo de vernos, intercambiamos un par de mensajes donde me cuenta que debe de irse de viaje por el resto del fin de semana debido a asuntos importantes que debe de atender. Mi jornada en el hospital transcurre lenta a pesar de que hay demasiado trabajo con los pacientes y el sábado, accedo a venir a ayudar al doctor Sullivan, quien necesita una mano extra en cirugía.

—¿Cómo te has sentido aquí, Jessica? Siento que dejo mucha presión sobre tus hombros, ¿no es así? —pregunta cuando los dos nos encaminamos hacia la cafetería para tomar un poco de café y aprovechar que la cirugía ha salido con éxito para descansar.

—Para nada, entiendo que ese es mi trabajo, ayudarlo en todo lo que esté en mi alcance. Créame que estoy muy contenta de poder estar haciendo mis pasantías aquí en el hospital.

—Me alegro, eres una joven muy aplicada en lo que haces, puedo ver que lo disfrutas y como ya te he comentado, tienes mi apoyo para que puedas quedarte aquí una vez termines tus estudios.

—Gracias, se lo agradecería mucho, significa mucho para mí poder trabajar aquí.

Él asiente. Ambos ordenamos café, el doctor Sullivan lo pide cargado y sin azúcar pues asegura que le ayuda a mantenerse activo para el turno de media noche, yo me pido uno sencillo y con leche.

—Doctor Sullivan, disculpe, hay un paciente que desea ser atendido por usted.

Interrumpe nuestra pequeña plática una de las enfermeras, el doctor Sullivan frunce el ceño en confusión.

—¿Es algún familiar? —cuestiona y la enfermera niega—. No, pero es un Mountbatten.

Con eso, el doctor Sullivan se levanta de inmediato del asiento y me hace una seña para que lo siga, la enfermera le entrega la carpeta que trae consigo con los datos del paciente, solo hay una familia que usa el apellido Mountbatten y esa es la familia real, por lo que mi mente inmediatamente piensa en que podría ser Aiden de nuevo, quizá regreso antes de tiempo de su viaje y ha tenido un accidente o podría tratarse de sus hermanos.

—¿Está esperando en la sala o lo han pasado a consultorio?

—Por su seguridad doctor, lo hemos pasado a un consultorio, el señor lo está esperando.

El doctor Sullivan asiente y seguimos a la enfermera hasta la habitación en la que han dejado al paciente, cuando llegamos, mi mirada busca a Aiden inconscientemente, pero me sorprendo con un hombre de aspecto mayor sentado sobre la camilla.

—Alteza.

Saluda Sullivan con una reverencia, también hago la reverencia, aunque no tengo idea de quién es.

—Buenas tardes, doctor Sullivan.

Saluda con seriedad. Sullivan se acerca a él dispuesto a revisarlo.

—He checado su expediente, de nuevo tendinitis en la rodilla, ¿eh?

Una risa baja y corta se escapa del señor, quien dibuja una mueca en los labios.

—Sabe que no puedo dejar el golf, es mi pasión.

—Entiendo, pero la tendinitis es algo serio, debe tener más precaución, podría volver a lesionarse gravemente, ya hemos hablado de esto con anterioridad.

—Lo sé doctor, es que a veces suelo ser muy terco con el golf.

Se encoge de hombros.

—Lo sé, Alteza.

El doctor Sullivan procede a checarlo y después de hacerlo me entrega una hoja para que solicite el medicamento que necesita para el paciente, cuando regreso, me doy cuenta de que el doctor no está en la habitación.