Cap 260.

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Estas borracho.
2a parte.

"Yo...", los labios de HyungJun, temblaron, dudó por un momento y finalmente agachó la cabeza. Quería decirle a JungMin, pero no sabía por dónde empezar, sí, lo estaba evitando, pero no de la forma en que él pensaba que lo estaba haciendo. HyungJun, temía que si se quedaba a su lado por un segundo más, tiraría todo lo que tenía y le rogaría que lo dejara estar con él, pero después de todo lo que había pasado, no quería oír que JungMin, lo rechazara. Solamente le quedaba evadirlo, si él no lo veía, probablemente no lo echaría de menos.

"¿Qué pasa? Dijiste que te gusto, pero resulta que eres igual que los chicos a los que sólo les gusta mi cara", murmuró JungMin, en voz baja mientras fijaba sus ojos en el rostro de HyungJun. Después retiró las manos y se tambaleó en la habitación, en este preciso momento, estaba seguro de que los sentimientos hacia él eran sólo una ferviente admiración en lugar de amor verdadero.

Pálido como una fantasma, HyungJun, apretó los puños y se mordió el labio inferior para evitar estallar, eso era lo que JungMin, pensaba de él, que no era diferente a aquellos que iban y venían en su vida. Su última frase fue como una daga que le atravesó el corazón, se sentía muy avergonzado de sí mismo, admitió que al principio se sentía atraído por su hermoso rostro, pero cuando lo conoció, se enamoró de él por quién era y no por cómo se veía. JungMin, era el único hombre que había amado en su vida, HyungJun, se tambaleó hacia adelante como si toda su fuerza se hubiera esfumado, a pesar de que JungMin, era duro con él, no podía dejarlo solo, le rompía el corazón verlo desalentado.

JungMin, se desplomó débilmente en el suelo y se apoyó contra la cama, se aflojó la corbata y se abrió la camisa, dejando descubierto su pecho sexy y musculoso.

'HyungJun, ¿por qué de repente cambiaste? ¿Qué hay de lo que siento por ti, lo que he estado reprimiendo todo este tiempo? ¿Son sólo mis propias ilusiones?', pensó él forzando una amarga sonrisa. Un par de años fue suficiente para que una persona cambiara de opinión, todos los romances de cuento de hadas que había leído eran mentiras, ¡qué estúpido era!

JungMin, había pensado que sin importar lo que pasara, él siempre estaría allí, esperando que lo sostuviera entre sus brazos, pero olvidó que con el tiempo HyungJun, no sería el mismo chico y tal vez no sentiría lo mismo por él después de todo, eso tenía sentido.

JungMin, siempre había sabido que no era lo suficientemente bueno para HyungJun , él era un joven sofisticado, nacido en cuna de oro y el príncipe de su familia, mientras que él era un hijo bastardo innecesario, aunque su padre era de un noble linaje, no tenía nada que ver con él. Ninguna de esas personas lo aceptaría felizmente como miembro de su familia, JungMin, era tan desconfiado y modesto que ni siquiera merecía luchar por su amor, solo aparentaba ser un mujeriego para protegerse.

"Ven, toma un poco de agua con miel", HyungJun, se acercó titubeante a él y le entregó la taza. Su triste rostro desgarró su corazón, él preferiría tenerlo en sus brazos que pararse a un lado y no hacer nada.

"No gracias, déjame en paz", dijo JungMin, con los ojos cerrados, ni siquiera se molestó en mirarlo. De repente se quitó todas sus máscaras en ese momento, parecía que había miles de heridas invisibles en todo su cuerpo y estaba sangrando dolorosamente.

"Sólo toma un poco, te hará sentir mejor", HyungJun, le suplicó en voz baja, agachándose delante de él. HyungJun, se perdió desde el momento en que se enamoró de JungMin, no tenía temperamento ni dignidad cuando estaba a su lado, sólo quería hacer todo lo que pudiera para hacerlo sentir bien.

"HyungJun, sal de esta habitación antes de que cambie de opinión", de pronto JungMin, abrió sus ojos y miró los rosados labios de él, eran como melocotones frescos y suculentos, seduciéndolo para que los mordiera, sus ojos brillaban lujuriosamente.

"Yo... sólo quiero que bebas un poco de agua con miel y mmm...", JungMin, lo tomó de la cabeza y lo atrajo hacia él antes de que terminara de hablar, la taza cayó al suelo, había agua tibia salpicando sobre ellos. HyungJun, se quedó paralizado cuando JungMin, lo besó repentinamente, pero el sonido de la taza destrozada en pedazos la devolvió a lo realidad, HyungJun, se sorprendió al no poder pensar en nada más que alejarlo de sus labios.

JungMin, sostuvo su cabeza con una mano y su delgada cintura con la otra, ignorando su lucha por liberarse, él besó agresivamente sus regordetes labios rojos. Se lo había advertido, si lo hubiera dejado solo, no tendría que soportar todo esto, así que había sido su elección.

Poco a poco, HyungJun, se perdió en su cariñoso beso, sus brazos inquietos ahora sostenían su cintura con fuerza. Este era su primer beso, él lo había guardado para JungMin, pero no esperaba que él lo hiciera de esta manera. Una emoción mezclada de dolor y frustración surgió en su corazón, pero lo único de lo que podía estar seguro en este momento, era que no odiaba su beso, al contrario, a él le había fascinado.

La lengua de JungMin, sabía a vino, a medida que el beso se hacía más intenso, HyungJun, sólo podía corresponder a este apasionadamente. Las lágrimas corrían por sus mejillas, era su primer beso con el amor de su vida, HyungJun, nunca se había sentido tan feliz como ahora. Aunque probablemente JungMin, estaba borracho y no sabía lo que estaba haciendo, él no pudo evitar perderse en su beso, como un viajero agotado perdido en el desierto que finalmente ve un oasis, él no pudo dejar de probar la dulzura de sus labios. Sin embargo, cuando las lágrimas saladas cayeron en su boca, abrió los ojos y sin más, soltó a HyungJun, se levantó bruscamente y lo miró fijamente, ambos respiraban con dificultad.

"Lo siento no fue mi intensión....", JungMin salió corriendo de la habitacion sin volver a mirarlo. '¡Maldicion! ¿Cómo pude besarlo contra su voluntad? Realmente lo amo y no me di cuenta hasta ahora, pero esta claro que él ya no siente nada por mi, de lo contrario no estaría llorando, debe odiarme por humillarlo asi', pensó tristemente aunque JungMin no tenia la intención de hacer eso, después de todo lo había lastimado y era lo último que quería hacer en el mundo.

HyungJun, lo miró tambalearse, se sentó en el suelo y trato de recuperar el aliento, con la cabeza todavía mareada por el beso. 'Supongo que ya no le gusto, no soy a quien el quiere besar y por eso me empujo y se fue', dijo HyungJun, para si mismo con un dolor profundo.

Perdido en sus propios pensamientos tocó sus labios, hacia un minuto el lo estaba besando apasionadamente y al siguiente se fue sin pensarlo dos veces. Si no fuera por el sabor del vino persistente en su boca. HyungJun, pensaría que estaba soñando y el beso nunca había sucedido, ambos se querían, pero aparentemente les era imposible decirse lo que sentían.

Un verdadero amor. 2a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora