Cap 395

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¡Ahí no! Más abajo.
1a parte.

Hyun había estado ocupado leyendo informes y firmando papeles toda la mañana. No tuvo tiempo de salir de su oficina; ni siquiera pudo almorzar con su esposo en algún restaurante elegante. Saeng tuvo que comer solo y ordenó para llevar una deliciosa y saludable comida para su esposo. Cuando Saeng regresó, Hyun comió en la oficina, e inmediatamente después de su rápido almuerzo regresó a trabajar.

Después de firmar el último documento que se encontraba en su escritorio, suspiró profundamente debido al cansancio y se reclinó en la silla con los ojos cerrados. Se frotó los ojos y tomó una pequeña siesta; cuando se despertó vio a su esposo profundamente dormido en el sofá, pudo notar una leve sonrisa en su rostro y pestañeaba ligeramente mientras respiraba. Hyun esbozó una sonrisa ante tal escena.

'¡Qué dormilón! Ha dormido por horas y aún no se despierta. ¿Acaso lo habré agotado de más anoche?', Hyun se preguntó mientras observaba el rostro dormido de su esposo.

Él no era un hombre al que le gustara la indulgencia; y el sexo solía ser simplemente una forma de satisfacer las necesidades físicas, pero después de conocer a Saeng todo cambió. Por alguna razón, perdía el control cada vez que él estaba cerca.

Hyun miró su reloj para ver la hora, luego se levantó de su silla y se acercó a su esposo; se sentó en el borde del sofá y acarició amorosamente con sus largos dedos el rostro de Saeng. Después, movió la cabeza de un lado a otro esbozando una pequeña sonrisa. ¿De verdad era coronel? ¡Al parecer no estaba muy alerta!

"Cariño, despierta. Ya es hora de ir a casa". Hyun se inclinó un poco para susurrarle al oído, mientras le pellizcaba suavemente la punta de su delicada nariz; perturbado por eso, él apartó la mano de su esposo y balbuceó incoherentemente, mientras se giraba sobre el sofá, aún dormido.

Él se detuvo y sonrió aún más; si no pudo despertarlo de esa forma, no le importaba probar un método diferente. Con una sonrisa pícara, se acercó más y presionó sus labios contra los de él. Saeng, de repente, abrió los ojos e inconscientemente lanzó un puñetazo hacia el estómago de Hyun; aunque él pudo sentir el movimiento repentino de su esposo, él había lanzado el golpe tan rápido que no pudo reaccionar.

"¡Ay! ¡Maldita sea! Saeng, ¿me quieres matar?", Hyun inmediatamente saltó hacia atrás, cubriendo su estómago con sus brazos y miró a su agresor quien se frotaba los ojos, inconscientemente. ¿Habrá pensado Saeng que se trataba de un patán que intentaba besarlo a la fuerza?

"¿Qué? ¿Qué pasó? ¡Lo siento mucho! No sabía que eras tú. No deberías acercarte sigilosamente mientras duermo", Saeng se disculpó con el ceño fruncido. Él ni siquiera se había dado cuenta de que Hyun estaba sentado a su lado. ¿Cómo podía bajar la guardia y ser tan descuidado cuando estaba con su esposo? Se suponía que él era un soldado discreto y siempre vigilante, sin embargo, no había notado la presencia de Hyun hasta que él trató de besarlo.

"¡No es mi culpa, hombre! Intenté despertarte, pero estabas durmiendo como una nutria y me ignorabas por completo", Hyun replicó bruscamente. En realidad fue Saeng quien no lo escuchó y lo golpeó, ¿cómo podía culparlo por buscar una manera más efectiva para despertarlo?

"¿De verdad estabas tratando de despertarme?", Saeng sonrió tímidamente y se tocó la nariz. ¡Él en verdad no escuchó nada; debió haber estado durmiendo muy profundamente!

"No, estaba tratando de despertar a una perezosa nutria". Hyun se dio la vuelta y se dirigió al baño que se encontraba dentro de su oficina, sin siquiera mirar a su esposo. Su apariencia lastimera preocupó a Saeng.

En ese momento, él no tenía ni idea de qué hacer, ya que su intención no era golpearlo; solo fue una reacción subconsciente. Pero él parecía enojado. Saeng suspiró profundamente y miró hacia el techo. Después se sorprendió al ver el escritorio vacío de Hyun; ¡todo el montón de informes había desaparecido! ¿De verdad terminó de leerlos todos? De pronto, un pensamiento lo invadió y miró su reloj.
'¡Santo cielo! Ya es muy tarde. ¿Cuánto tiempo estuve dormido?', Saeng no podía creer lo que veía.

Se levantó del sofá y se estiró. Con una dulce sonrisa, caminó lentamente hacia el baño. Se recargó en la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho y observó a su marido salpicando su rostro con agua del grifo.

"Cariño, ¿estás enojado conmigo?", preguntó Saeng, dulcemente. Hyun se quedó inmóvil por un rato sin decir nada, después agarró una toalla de la repisa para secarse la cara, cuando terminó de hacerlo, respondió escuetamente, "No". En lugar de mirarlo, solo se dio la vuelta para buscar otra toalla y la empapó con agua.

"¿Estás seguro...?". Antes de que Saeng terminara de hablar, sintió algo frío y suave en su cara; con una mirada hosca, Hyun comenzó a limpiar suavemente el rostro de su esposo con la toalla húmeda.

"Mírate, estás todo lleno de baba y legañas", Hyun bromeó, mientras le limpiaba delicadamente la cara. ¿Cómo podía enojarse con él? Él lo cuidaba y lo amaba profundamente; solo estaba bromeando.

"¿De verdad crees que estoy desaliñado?". Saeng lo abrazó por la cintura y se apoyó contra su pecho para dejar que su esposo le limpiara la cara mientras lo miraba con profundo afecto.

"¡Sí, y no tengo ningún interés en una pequeña nutria desaliñado!". Con una tierna sonrisa, Hyun pellizcó la mejilla rosada de Saeng, quien lucía sumamente adorable. Para Hyun, ella no era un coronel valiente y orgulloso; por el contrario, su esposo era un hombre que necesitaba que él lo amara con todo su corazón.

"¿Estás seguro?", Saeng entrecerró los ojos con un gesto amenazador. Antes de que Hyun pudiera decir algo, Saeng lo tomó por el cuello y se puso de puntillas para besar su boca; fue un beso tierno y ligero como una suave brisa. Antes de que Hyun pudiera corresponder el beso, Saeng lo empujó y lo miró de una forma astuta y desafiante.

"Hombre, ¿me estás coqueteando?". Hyun pasó el dedo por donde Saeng acababa de besarlo, fijando en él sus profundos ojos entrecerrados peligrosamente, mientras lo miraba de arriba abajo.

"¡De nada! Solo estaba devolviéndote el favor". Saeng llevó sus manos al estómago de su esposo, acariciandolo suavemente justo donde lo había golpeado y donde seguramente aún sentía dolor. Con la intención de aliviar su dolor, Saeng metió las manos en la camisa de Hyun, y comenzó a darle un suave masaje. Hyun se quedó sin aliento. ¿Acaso estaba tratando de seducirlo?

"Cariño, ¿tienes alguna idea de lo que estás haciendo?", Hyun se inclinó un poco para susurrarle con voz ronca al oido, su cálido aliento le hacía cosquillas en la parte posterior del oído.

"No te muevas, te daré un masaje ¿Todavía te duele?" Saeng está tan concentrado en lo que hacia, que no noto el cambio de tono en la voz de Hyun; así que continuó masajeando suavemente su abdomen.

"Si, pero no alli". Hyun respondió desvergonzadamente, esbozando una sonrisa diabolica. Aunque estaba a punto de explotar en cualquier momento, no impidió que los dedos fríos de Saeng acariciaban su abdomen.

"¿De verdad? ¿Aún te duele? ¿Donde? ¿Te duele mucho?" Saeng se puso nervioso de repente, temía haberlo golpeado demaciado fuerte y que le hubiera lastimado algún órgano interno.

"Más abajo" Hyun reprimió una carcajada, pretendiendo estar tranquilo, se mantuvo inexpresivo para evitar que su esposo sospechara algo.

Un verdadero amor. 2a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora