Cap 390

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El uno para el otro.

Lucas levantó la cabeza para mirar a todos. Había escuchado a Paul gritando y maldiciendo ruidosamente, lo que sonaba aún más estridente en el silencio nocturno de los suburbios.

Miró su reloj, frunció el ceño fríamente y se marchó sin dudarlo. No le importaba por cuánto tiempo y qué tan fuerte continuara gritando Paul. De todas formas, nadie lo oiría en un lugar tan lejano y privado.

Pronto, el coche desapareció en la oscuridad de la noche. Pero las cosas no se calmaron. A pesar de su ausencia, el lugar estaba constantemente saturado de gritos y lloriqueos. No importaba lo que hubiera hecho Paul, a Lucas le tendría totalmente sin cuidado, pues sabía que ese cobarde se desmayaría en poco tiempo. Entonces todo estaría silencioso de nuevo. Luego de esa larga noche, el cálido sol matutino iluminó a todos. KyuHyun nunca había estado tan feliz como hoy, pues sabía que sus padres lo acompañarían a la escuela por primera vez. Ellos jamás habían hecho eso juntos, era por eso que estaba tan emocionado.

"Papito, Papá. Por fin me siento igual a los demás niños". El pequeño se apoyaba en el respaldo del asiento delantero, mientras miraba a sus padres con gran alegría.

"¡Oh! Hijo, ¿por qué lo dices?". Las palabras de KyuHyun le habían parecido graciosas a Hyun, así que volteó a ver a su hijo de forma juguetona, y luego continuó con la vista en el camino.

"Solía ver a los otros niños en la escuela con sus dos padres, y yo solo tenía a mi papito. Hoy, ustedes dos me llevan a la escuela, por fin me siento feliz y tan normal como los otros niños".

El pequeño se puso algo triste luego de decir eso. Nunca quiso hacer sentir mal a su appa, así que sin importar lo mucho que envidiaba a los otros niños; KyuHyun nunca le había dicho lo que pensaba. Sabía que la desilusión de su appa era mucho mayor, por lo que no quería herirlo todavía más.

"Lo lamento mucho. Todo es mi culpa", dijo Hyun con arrepentimiento. Sus ojos se entristecieron, y su sonrisa se esfumó. Comprendía que se había perdido la infancia de su hijo y que no había asumido sus responsabilidades como padre.

"Papá, estoy bien. Tan solo fue un pensamiento pasajero. Mientras ustedes dos estén a mi lado, yo seré el niño más feliz del mundo. Las penas del pasado tan solo son la antesala para la felicidad de hoy. Apreciaré cada momento contigo y con papito", dijo KyuHyun, con la mano en el hombro de su padre. Comprendía que Hyun no había vivido con ellos porque no sabía de la existencia de su hijo, no porque no lo amaba. Durante esos últimos meses, Hyun había demostrado un inmenso amor su hijo. No importaba lo enojado que hubiera estado KyuHyun en el pasado, ahora mismo no le guardaba el menor rencor a su padre.

"Sí. También atesoro cada momento contigo. Tú y tu papi son lo más preciado para mí", dijo Hyun mientras sostenía la pequeña y regordeta mano del niño. Se enorgulleció de haber tenido un hijo tan sensato. Sabía que solo un buen appa podría haber criado a un niño tan bueno y sensible, así que le dio las gracias a Saeng por todo lo que hizo.

Mientras padre e hijo hablaban, Saeng los miraba con una sonrisa en el rostro. Esa dulce sonrisa solo aparecía para su hijo y esposo a los que tanto amaba.

La limusina de Hyun había captado la atención de todos en cuanto se detuvo en las puertas de la escuela. Era una escuela de élite con todos llegando en autos lujosos, pero uno como el de Hyun era raro. Cuando se abrió la puerta, un niño guapo y lindo salió del auto, atrayendo la atención de todos. La gente comenzó a preguntarse quiénes serían los padres de un niño así de guapo.

Hyun sacudió la cabeza cuando vio a KyuHyun salir del auto. Sabía que el pequeño quería que la gente se enterase que tenía un padre, que no era un hijo ilegítimo. Eso era lo que a KyuHyun más le importaba.

Un verdadero amor. 2a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora