Cap 337

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Una melodía sublime.
1a Parte.

"Hyun, lo que dijiste no es verdad, ¿cierto? ¿Cómo podría él ser tu legítimo esposo? Sí, fuera así, ¿cómo es que no apareció antes? Estás haciendo que me rinda deliberadamente, es solo una simulación, ¿no?".

JaeJoong se acercó a Hyun cuando estaba solo. No aceptaría su derrota. Su atuendo y maquillaje eran lo suficientemente encantador como para sorprender a todos los presentes, pero el aura pura e intensa de Young Saeng los cautivó. Al principio, todos los ojos estaban puestos en JaeJoong, pero cuando Saeng entró al lugar, toda la atención se dirigió a él. JaeJoong estaba celoso tanto de la hermosa figura de Saeng como de su nobleza.

"JaeJoong, eres tú. ¿Crees que eres tan importante que tenemos que hacer una actuación para ti? No te creas más de lo que eres. No te consideramos una amenaza. Ya que nos conocemos desde hace años, ¡déjame darte un consejo! No hagas ninguna tontería que no esté a tu altura".

Hyun notó la suave y pálida mano de JaeJoong sosteniendo su manga. Levantó las cejas y la retiró despiadadamente, sin una pizca de emoción. Su frialdad era como el fuerte viento de invierno que arrastraría todo rastro de calor.

"¿Realmente lo amas? ¿Hasta que la muerte los separe? ¿No es una mentira?", JaeJoong se mordió el labio. Pase lo que pase, no podía creer que un Playboy como Hyun pudiera renunciar a su estilo de vida por un hombre tan distante como Young Saeng, JaeJoong estaba decidido a revelar lo que estaba detrás de la apariencia de Hyun.

"¿Qué piensas? ¿Te da curiosidad? Pero ¿por qué debería decírtelo? No estoy obligado a hacerlo, ¿verdad?", Hyun sonrió y se remangó con firmeza. Su amor por Saeng era sagrado y único, y no tenía ninguna razón para explicar sus emociones a alguien sin importancia. No esperaba que todo el mundo comprendiera su cariño por su esposa. Todo lo que quería era su confianza. No le importaba lo que pensaran los demás.

JaeJoong se tropezó por la inesperada reacción de Hyun. Por suerte, la barra del bar estaba justo a su lado, así que pudo recuperar el equilibrio. Aunque su corazón herido fue lastimado nuevamente por Hyun.

"¿Tienes miedo de admitir que no lo amas? Que todo esto es solo una broma que has usado para engañar a la gente. ¿Estoy en lo cierto?", JaeJoong ignoró las miradas indiscretas de los transeúntes. Bajo su hermosa apariencia había un hombre agobiado, que pedía desesperadamente una confirmación definitiva. Era demasiado terco y orgulloso para admitir la derrota contra Saeng.

"¡Ja! Debo decir que estás gravemente ensimismado. No importa si lo que dije es verdad o no, lo que importa es que mi corazón late por él. ¿Lo entiendes?", dijo Hyun y frunció el ceño ante las continuas molestias de JaeJoong, perdió la paciencia para lidiar con él. Si estuvieran en otro lugar, ni siquiera se molestaría en reconocerlo y, mucho menos, en darle una explicación.

Los labios de JaeJoong le temblaban, los había mordido... Olvidó su dignidad para aferrarse al cuerpo de Hyun, justo cuando él se dio vuelta para irse. Fue un abrazo inesperado, de modo que él no supo cómo reaccionar. Al mismo tiempo, se escucharon melodías de piano en el lugar. Todo se quedó en silencio. No había otro sonido además de la música.

Y allí estaba Young Saeng, luciendo espléndido y elegante con su impecable traje blanco que casi se mezclaba con el color del piano. Estaba sentado justo delante del instrumento tocando esa melodía. Su fascinante apariencia no mostró ninguna consideración por los asuntos mundanos. Sus largos, bellos y delicados dedos danzaban elegantemente sobre las teclas, enviando oleadas de notas melodiosas.

La música era como un claro lago, que agitó fríamente los corazones de todos los presentes. Era como una fresca brisa nocturna arrasando un lago de verano, calmando el espíritu y despejando la mente.

Todos se sintieron atraídos por su hermosa figura. Se sorprendieron al ver que un oficial militar era capaz de un arte tan delicado. Y no era simplemente una muestra de habilidades de un novato. La actuación de Saeng fue, sin duda, bien elaborada, demostrando años de práctica.

Todos estaban encantados con el suave movimiento de la música de Saeng. De repente, el sonido dio un giro agudo con un movimiento de sus dedos y las notas se elevaron, como si incontables caballos salvajes estuvieran cabalgando hacia delante, de una forma feroz e intensa. Los oyentes no percibieron un cambio discordante; por el contrario, se volvieron más interesados a medida que se fundían en la canción.

Sin embargo, la mirada de Saeng estaba fija en Hyun y JaeJoong. En su rostro despreocupado había una leve sensación de sarcasmo. Confiaba en su marido, pero no comprendía el hecho de que otro tuviera a Hyun en sus manos. Así que cuando los vio discutiendo, comenzó a tocar, ya que no podía interrumpirlos y expresar su angustia, pensó en otra forma de obtener lo que quería. Estaba tocando una canción suave, pero al ver que Hyun no retrocedió cuando JaeJoong lo abrazó, decidió cambiar el tono de la música para expresar su enojo.

Hyun se quedó pasmado ante la inesperada actuación de Saeng, por eso se olvidó de alejar a JaeJoong de inmediato. No sabía que su esposo era tan bueno tocando el piano. Le daba tan agradables sorpresas de vez en cuando en su relación, que se preguntó cuántas más sorpresas le esperaban. Se sintió vencido por su propia imaginación.

Así que cuando se dio cuenta del cambio tonal de la música, comprendió la razón de inmediato. Ahora su esposo estaba enojado con él. Pensando en esto, le dio una gran sonrisa, y apartó bruscamente a JaeJoong. No quería ser masacrado por las agudas notas de Saeng, lo que podía suceder si eso continuaba asi.

Él no fue el unico estremecido por la música de Saeng, todos los presentes estaban abrumados por sus melodías relajadas pero severas, sutiles pero a la vez sublimes. Cuando finalmente terminó su canción. Saeng sonrio suavemente y se bajó del escenario con cautela. La suave aura perduró en los oídos de las personas. Cuando se acerco a Hyun, un estruendoso aplauso retumbaba en cada rincon de la sala. Todos los hombres presentes lo miraron con evidente envidia sintiéndose celosos de no tener alguien tan talentoso como Saeng.

Un verdadero amor. 2a Parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora