Amar, Besar, Matar [EDITANDO]

IX

Violet

Tengo comezón en la piel a causa de la ansiedad que esto me produce, estoy esperando a que se haga de noche y no dejo de mover la rodilla durante la terapia con mi psiquiatra.

-Estas distraída - denota de repente después de tanta palabrería a la que no le pongo atención -¿Que te tiene tan ansiosa?

Saber quién es Jessie...

-Nada -respondo aún mirando por la ventana -. ¿Ya puedo irme?

Mi psiquiatra respira hondo.

-Violet, llevamos semanas en esta tónica, no puedo ayudarte a que no te aíslen y te quedes aquí de por vida porque no me das datos, no hablas, no te importa...

-No quiero que me metan a esa habitación -demando.

-Lo sé, nadie quiere eso pero para que no lo hagan necesito que avances, que hables.

-Bien -digo enojada - ¿Ya puedo largarme?

El doctor suspira y me indica con la mirada que puedo irme, no dejo de morderme las uñas de camino al jardín, necesito aire fresco y esa terapia siempre me asfixia. ¿Que es lo que quieren? Mi "enfermedad" no tiene cura, ¿Que esperan que pase, que de repente salga de las cenizas y me vuelva una dulzura con ganas de salir adelante y una carrera, hijos y matrimonio feliz sin problemas psicológicos? Este no es un cuento de Disney, jamás voy a mejorar y si fuera posible, me negaría a hacerlo.

Respiro el aroma de las flores, lo cual logra calmarme y tomó asiento en el mismo banquillo de siempre con las rodillas contra el pecho.

-¿Como esta la hermosa princesa oscura de ojos verdes?

Su aliento me golpea la nuca y logra que la piel se me erice, volteó un poco a verlo y este me atraviesa con la mirada cuando se sienta a mi lado. Nunca voy a poder describir la magnitud, el poder que tiene este chico con la mirada: es tan fría, tan vacía y calculadora, pero su sonrisa seductora lo contrasta todo.

Lleva un cigarro a sus labios y lo enciende con un mechero que tiene la bandera de Inglaterra.

-¿Eres inglés? -le pregunto ignorando lo que me ha dicho al llegar.

-Mm... pensé que se notaba. A mucha honra, preciosa -sonríe expulsando el humo. El aire se impregna con la nicotina.

-¿Como terminaste en Texas?

-Haces muchas preguntas, linda y yo te dije que tenías que averiguar por ti misma lo que soy, lo que he hecho y lo que hago.

-Me pone de mal humor no tener respuestas cuando tengo al que me las puede facilitar aquí al lado.

-No seas impaciente, lo sabrás todo. Algo me dice que tú y yo estamos destinados a estar juntos.

-Sueñas -dejo de mirarlo.

-Si, la verdad es que si y yo no soy como tú. El primer día que te vi, yo mismo fui en busca de tus expedientes. Que gran diagnóstico, ¿no es así, sociópata?

Lo miro con una sonrisa torcida. Si piensa que va a avergonzarme pues se equivoca, nunca he sentido vergüenza de lo que soy y hago.

-Si crees que vas a insultarme con mi diagnóstico estás equivocado -le digo. Tengo sus labios muy cerca a los míos.

-No planeo hacer eso, querida. Solo me gusta devolver a las personas a su realidad y no tendrías porque sentirte avergonzada, de hecho me alegra... Eres un demonio hecho mujer, Violet. Ich kann es kaum erwarten, dich nackt zwischen meinen Laken zu haben... -susurra cerca a mis labios.