I

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Philip

—La última vez, hijo.

Le sonrió a mi abuela que inicia la última parte del rosario, parece ser algo tedioso pero no puedo explicar como mi alma se llena de paz al hacerlo. Mi vida está con Jesús.

Al terminar, mi abuela me da un beso de despedida y me da la bendición, es el primer día de clases y no es que me emocioné mucho pero es mi penúltimo año y prometí a mis abuelos disfrutarlo al máximo.

La escuela queda a unos cuantos pasos de casa y es lo que yo llamo, la prueba que el señor me ha mandado pues no me van muy bien, en cuanto a notas soy excelente pero mis compañeros son algo crueles y si al menos contara con un amigo sería increíble pero no. Ni uno solo.

Doy los últimos pasos para entrar al edificio cuando una chica me golpea con su hombro, ni siquiera puedo visualizarla bien y me doy cuenta que es una chica porque su cuerpo es muy delgado y lleva un vestido más abajo de sus rodillas completamente blanco con una chaqueta enorme. Noto que se dirige a la dirección.

Encojo los brazos y sigo mi camino hacia mi primera clase que es literatura.

—Quitate estúpido –me empuja el más patán de la clase, Xavier, apartandome del lugar donde iba a sentarme.

Por supuesto que no le contesté nada, no era de las personas que peleaban, solo a las que molestaban. Halle un puesto afortunadamente adelante, me gustaba hacerme adelante ya que escuchaba y prestaba mejor atención allí. Atrás se hacían los que hacían todo lo contrario.

Saque mis libros, mi bolígrafo y acomode pulcramente el relicario en mi pecho, era una foto de mi madre fallecida, mi abuela siempre me decía que ella había sido una santa y que murió para dame una mejor vida, como lo habia hecho Jesus por nosotros. Nunca la conocí, murió al darme a luz y mi padre... nunca lo ví, no sé quién pueda ser.

El profesor entro y me acomode emocionado en mi asiento, ansioso por el nuevo conocimiento que adquiriría pero algo más capto mi atención: tras del profesor caminaba la chica que me había golpeado el hombro al entrar, la del vestido blanco.

Ahora podía ver mejor las facciones de su cara, tenía la capucha de la chaqueta abajo y su cabello corto caía libre sobre los hombros, tenía unos ojos espectacularmente verdes, era muy muy delgada, en aquel vestido podría caber una persona más y llevaba unas botas negras y llenas de barro.

El maestro pidió silencio y una vez todos sentados, volvió a hablar.

—Es un placer tenerlos de vuelta, queridos alumnos —tenia un pequeño deje de sarcasmo. Señalo a la chica que ni siquiera levantaba la mirada, parecía perdida —. Tenemos una nueva integrante del plantel, su nombre es Violet Meyer. Sean amables con ella y denle la bienvenida.

Pocos aplausos se escucharon pues casi nadie presto atención. El maestro le indico a Violet que se sentara; sin aún levantar la mirada paso por mi lado y se sentó al fondo del aula. Sin ninguna vergüenza me quedé mirando como se sentaba, no sacaba nada de su mochila y solo miraba a la ventana. Al iniciar la clase, la olvide.

Pasaron unas cuantas horas en las que yo solo me dedicaba a estudiar con empeño y no relacionarme con alguien. La hora del almuerzo era la más dura pues ya me habían hecho montón de bromas como tirar mi comida al suelo o meter mi cabeza en la bandeja, lamer o escupir mi comida sin pudor. Y hoy no fue la excepción.

—Largo de nuestra mesa, imbécil —de nuevo Xavier con su grupo de porristas y de idiotas.

—Hay muchas más mesas, Xavier, puedes sentarte donde quieras —me atreví a responderle.

—Pero a mi no se me da la gana de sentarme en ningún otro lado —deslizo mi comida por la mesa hasta botarla al suelo y se sentó en la mesa —, esta es mi puta mesa. Largo.

Mi error fue hacer mala cara pues Xavier me levanto bruscamente tomándome del cuello y me lanzo a un lado del comedor, justo a los pies de Violet.

Bueno, no precisamente a sus pies pues los tenía apoyados sobre la mesa, se estaba arrancando los cueros de los dedos y su mirada estaba clavada en mi como mil dagas, no demostraba nada, no, más bien demostraba desprecio. Creo que la piel de mis mejillas se tiñó de un rojo intenso y trate de no mirarla más cuando me levanté y sali corriendo del comedor.

Las siguientes tres clases pasaron sin novedad aunque tenía demasiada hambre, tampoco volví a cruzarme con Xavier y no volví a ver a Violet.

Por fin dieron el timbre para la salida y suspiré de alivio al caminar por los pasillos, no había sido un buen día pero ¿cuando lo era? Menos mal que no me afligía tanto y continuaba mi vida tratando de que no me importará.

Casi siempre era el último en salir pues siempre hablaba con los maestros sobre puntos extra que podría obtener, sobre todo estos últimos años ya que me ayudaban en la búsqueda de una universidad.

Salí hacia uno de los sitios que nunca tocaba, la cancha de futbol y me estuve cuando escuche el grito agonizante de un hombre, parecía amortiguado, casi como un eco pero me dejó intranquilo. Me acerque a mirar solo por si alguien se estaba peleando y tenía que llamar a alguna autoridad, pero mi sorpresa y horror se elevo al ver un baño de sangre.

Sobre el pasto mojado estaba el cuerpo de Xavier, con una clara muestra de horror en su rostro, la sangre le brotaba a borbotones del pecho y a su lado Violet lo miraba con desprecio limpiando en su vestido blanco el cuchillo que había utilizado para el crimen.

Deje escapar un sonido de horror y Violet me vio, con sus ahora oscuros ojos y me dedico una sonrisa... una macabra, una enferma.

Jessie

Mi cuerpo solo emite escalofríos luego de esa horrible inyección experimental que no funciona para una mierda, supuestamente para mis ataques pero solo me ponen más esquizofrénico, solo me hacen pensar en ella, recordando sus ojos, su piel y su sexo que me muero por...

—Jessie —me llama la directora fuera de la habitación —, estate quieto, la medicina no funcionará si te pones como un frenético.

Me acerco a la ventanilla de la puerta con ganas de escupirle en la cara.

—¿Sabe que me haría mejor, señorita directora? —le pregunto con algo de sarcasmo, ella asiente ingenua —meterme en su coño unas mil veces y dejarla moribunda en un callejón sin poder moverse.

Me mira mal y cierra la ventanilla de golpe.

—¡No va a poder tenerme aquí mucho tiempo! ¿Sabe? —grito —Voy a salir de aquí e iré a buscar a Violet. Los dos vamos a hacer mierda este sitio y cumpliré mi cometido, ¡anciana estúpida!







Hi
Ha pasado mucho tiempo, lo sé, tuve un bloqueo de escritor muy horrible y hace poco las ideas llegaron como un tornado, aquí una de esas ideas que claro continuaré hasta el final.
Quería que me ayudarán con una nueva historia (no abandonaré está jaja) se llama "En Mis Sueños" esta basada en hechos reales que me hicieron volver a escribir. La protagonista tiene un sueño premonitorio sobre un hombre que le deja un mensaje en sueños. Algo así jaja.
Espero me hayan extrañado, está historia viene con todas las perversiones.
Los tkm

Amar, Besar, Matar [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora