Me dirijo a los baños con la esperanza de que estén ahí pero no hay nadie, la llave del lavabo está abierta, la idea de que Erik haya encontrado aquí a Regina y la tomará por sorpresa no puede salir de mi cabeza
Salgo de los baños y comienzo a meter entre las personas de la boda, les pregunto si han visto a Regina pero ninguno me sabe contestar.
Mi celular vibra unas cuantas veces y al sacarlo se cuelga de inmediato la llamada de Kate haciendo que algo me de mala espina.
Le devuelvo la llamada tres veces pero no contesta.
Corro hasta estacionamiento pero no la veo por ningún lado, me fijo abajo de los carros pero no está en ninguna parte.
Mi paciencia se comienza a agotar hasta que escucho como un caballo relincha a lo lejos y en ese momento es donde me acuerdo de la caballerizas.
Corro lo más rápido que puedo y paro justo antes de entrar, abro la puerta con mucho cuidado de no ser escuchado y camino por cada una de los cajones donde están lo caballos, hasta que veo la última puerta abierta
Lo que vi dentro me heló la sangre.
Regina estaba casi inconsciente amarrada de las manos y lo pies con un pedazo de franela en la boca, corrí hacia ella y le quite lo que la evitaba hablar
- Regina, ¿dónde está Kate?-
Ella apenas y podía abrir lo ojos, tiene un golpe en la cabeza y varios moretones en sus brazos, la cargué en mis brazos y como pude la saqué de ahí
Al llegar a la fiesta pedí ayuda a gritos, la mamá de Kate llegó al instante y me di cuenta que mi amada novia no estaba a su lado
- ¿Qué le ha pasado?- Jeff también está histérico
- Llévenla al hospital rápido, iré a buscar a Kate-
- Dan...- Regina toma mi brazo débil, me inclino para escucharla mejor- El... se la llevó...busca en el estaci...- se desmayó
Antes de que alguien articulara algo más, corrí hacía el estacionamiento, cuando estaba a punto de llegar vi como un auto arrancaba como loco a la salida y por la ventana pude ver la cara de loco de Erick.
La adrenalina subió por todo mi cuerpo.
Aproveche que en ese momento una señora se estacionaba, corrí a su auto y le abrí la puerta del piloto, la señora gritó asustada
- Lo siento señora-
La saqué del auto y me monté en este, di el mejor reversazo que he hecho en mi vida y me dirigí pisando el acelerador y gastándome la llanta a tratar de alcanzar a ese imbécil de mierda.
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Danger
RomanceEl, el fuego que calentó su Artico Ella, el frío que congelo su infierno