Salté de la cama mientras Daniel observaba mis movimientos, tomé mi celular, mi cartera y otros artículos que llevaba en mi bolso.
- Daniel, muévete quieres- el sonrió y asintió
- Sabes que te ves de maravilla dormida- me guiñó él ojo
- Esta bien, gracias por el cumplido, ahora muevete-
Corrimos por la entrada y nos despedimos con un gesto de mano de la señora metiche de la entrada
Daniel ya no estaba ebrio, pero dudo que la resaca no le haya pegado duro, me subí al asiento del copiloto y me coloqué el cinturón, mi casa está lejos de aquí, pero el tráfico es horrible por lo cual nos tardaremos una hora si tenemos suerte y si le pisas, son la dos de la tarde y mi madre llega más tardar a las tres, definitivamente esto es una mierda.
Daniel al fin subió al auto y encendió el motor, estoy acelerada, mi madre y yo no estamos en las mejores condiciones por lo cual sé que voy a tener muchos problemas si llego tarde vestida con ropa de fiesta, me comienzo a morder las uñas
- Estas muy nerviosa, cierto- Levante una ceja
- ¿Por qué lo dices? - el soltó una risa ronca y sexy
- Haces lo típico-
- ¿Qué hago? - estoy con una mafia sonrisa
- Cuando estás nerviosa, siempre frunces el ceño y muerdes tus uñas de la mano derecha, mientras tus ojos observaban todo el paisaje, después tratas de tranquilizarte y cruzas los brazos, comienzas a hacer respiraciones profundas mientras cierras los ojos, pero de nuevo sientes presión y haces lo mismo- Me conoce más de lo que creí, eso me gusta
- Me conoces bien- me tomo la mano y le da un suave beso
- Te he llevado a tantas fiestas que ya se cómo actúas- reí
Daniel seguía manejando silenciosamente, yo solo apreciaba el paisaje, mire mi celular, en el cual tengo cinco llamadas perdidas y diez mensajes de Damon, la escena de anoche me hizo pensar mucho de cómo es el, a veces es amable y carismático, pero no duda ni un momento en levantarte juicios
- ¿No tienes resaca? - Daniel me miro por un momento
- Me duele un poco la cabeza, pero de ahí no pasa, ya es la costumbre- asentí
- Deberías de tomar alguna bebida hidrante, ayer vomitaste demasiado y no te he visto beber agua en todo el día-
- Lo haré en cuanto te deje en tu casa, gracias por preocuparte-
- Aunque te cueste aceptarlo, a veces me preocupo por ti- Acaricia mi mano con su dedo pulgar
- Y aunque no me creas, tu siempre estás en mi cabeza y quiero lo mejor para ti, aunque a veces yo sé que lo mejor no soy yo, por eso de vez en cuando trato de alejarme de ti, me odio cuando te causo algún daño- Sus palabras tocaron mi corazón
- Sabes que puedes cambiar eso, cuando realmente quieres estar con alguien, haces sacrificios, Dan-
El silencio incómodo abarcó todo el espacio, para sentirme más cómoda seguí mirando los mensajes y mis redes sociales, estaba por bloquear el teléfono cuando un mensaje de Luke llegó, sin duda sentí como mi estómago daba vueltas, lo abrí con cierto miedo
L: Espero que tenga ya una respuesta, necesito verte
Me puse más blanca de lo normal, creo que no estoy lista para hablar con él, pero es lo justo, lo he hecho esperar demasiado
K: En mi casa a las 7:00pm
Bloquee el teléfono y trate de acomodarme en el respaldo.
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Danger
RomanceEl, el fuego que calentó su Artico Ella, el frío que congelo su infierno